-¿¡Que qué!?- Hermione abrió los ojos como platos.
-Venga, Hermione, no seas tan exagerada. Es de lo más normal- dijo Ginny dándome un codazo- ¿pero sólo eso? ¿En serio T/n, cuánto más vas a tardar en f...?
-¡Ginny!- Hermione estaba en shock pero se le escapaba una leve risa- ¡que es nuestra amiga! Es raro hablar tan directa, es como si yo dijera algo así de... no sé, de Ron por ejemplo, ¿no?
-Em..., Hermione. ¿Qué?- dije mientras explotaba en risa sin entender a qué podría venir su comentario.
-En fin T/n, no nos entretengamos- cortó la morena- tenemos pociones con Slughorn y más vale llegar pronto, para sentarnos juntas.
Fracaso rotundo.
Todos los de Slytherin estaban ya sentados ocupando los mejores puestos, y hablar con Harry y Ron era imposible; estaban en una pelea absurda por... ¿un libro de pociones? Lo nunca visto.
-Pssst, T/n, yo me siento aquí, aunque sea sola, ¿está bien?- dijo Hermione.
No quedaba más remedio que separarnos.
Comencé a buscar con la mirada y me topé con los ojos de Draco, sentado con Parkinson. Me guiñó el ojo de manera intimidante provocando el rechazo de ésta, pero al segundo se perdió en sus pensamientos y la seriedad le inundó.
Estaba un poco extraño últimamente.-Eh, Lancaster- una voz tras de mi llamó mi atención- aquí hay un sitio libre.
Blaise Zabini.
Después de lo ocurrido con la nota en cuarto año y su conflicto con Draco se habían distanciado, y, asimismo, había tomado distancia conmigo también después de las amenazas del rubio platino.-Señorita Lancaster, por favor- incidió Slughorn amablemente- la clase va a dar comienzo, siéntese con el señor Zabini.
-Bien- comenzó el profesor- empecemos por identificar algunas pociones para comprobar el nivel del que partimos; ¿alguien conoce esta?
-¡Yo!- alzó la mano Hermione, para variar- es amortentia, el filtro de amor más poderoso del mundo.
-Perfecto, señorita Granger- inquirió Slughorn- ¿algún dato más?
Para mi sorpresa, Zabini levantó la mano lentamente, con esa superioridad y calma que lo caracterizaban.
-Yo, profesor: la amortentia huele a lo que más te gusta- y se giró levemente clavando sus ojos en los míos. "¿Qué le ha picado a este?"- pensé.
-Vaya, hoy tenemos participativo al mudo de Slytherin- pude oír en susurros a Draco a nuestras espaldas, mirando a Blaise con desprecio.
-¿Quería añadir algo, señor Malfoy?- dijo alegre Slughorn- dígannos pues, ¿a qué les huele a los dos, compañeros de casa?
"Vainilla"- dijeron al unísono sin querer, volviendo a retarse con la mirada.
La clase transcurrió de una manera, digamos... surrealista, y mientras recogíamos nuestras cosas no pude evitar bromear:
-Cuidado, estoy hablando con el rey de las pociones- dije entre risas mientras abrazaba a Harry.
-Sin presiones, Lancaster- contestó despeinándome el cabello, riendo también.Un poco más adelante pude verlo: no entendía su comportamiento, pero Zabini estaba en la puerta, mirándome, como esperando para salir de clase conmigo.
Abrió la boca para decirme algo pero un empujón con el hombro de Draco cuando este se disponía a irse le detuvo: el rubio se quedó pegado a el
-Estorbas, Zabini- dijo con tono desafiante- y se fue.
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POLOS OPUESTOS: Draco Malfoy y tú.
Romance"Estaba escrito, como en una profecía: Ella, una Gryffindor diferente. Él, el frío Slytherin por excelencia. La casualidad los hizo coincidir, el destino los hizo enamorarse". Una historia de pasiones prohibidas, de amor contra todo y contra todos...