CAPÍTULO 16.

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"Venga, T/n, más te vale llegar a la sala común sin ser vista por Filch o te las vas a cargar- pensé mientras caminaba sigilosa por el oscuro pasillo.

Si Umbridge se enteraba de esto podría pasarme el año castigada.

-¿Pero qué ven mis ojos?- escuché tras de mí- la reina de los paseos a hurtadillas.

De nuevo el pasillo se inundó con su olor a perfume caro. Poco a poco se acercó a mi espalda.

-Malfoy, ¿no tienes cosas más importantes que hacer como Prefecto que espiarme?- pregunté con cara de molestia.

-De hecho... no- en un movimiento rápido agarró con suavidad mi cadera, mientras la falda de mi uniforme se deslizaba levemente hacia arriba, apoyándome contra la pared que se sentía fría en mi espalda y mis muslos.

La piel se me erizó; quería pensar que era por el frío y no porque el cuerpo de Draco estaba tan pegado al mío que notaba cada parte de él.

Puso su brazo apoyado contra la pared, por encima de mi cabeza, mirándome a escasos centímetros:

-Debería llevarte dónde Umbridge y contarle que estás saltándote el toque de queda- dijo en susurros a mi oído provocándome escalofríos en la nuca.

Pero esta vez saqué mi carácter y le reté:

-¿Cómo puedo pagar mi rescate y evitar que se lo cuentes, Malfoy?- una sonrisa ladeada salió de su perfecta boca.

-Déjame besarte, Lancaster.., sólo una vez más..., en los labios- su semblante se puso serio, me miró con intensidad- no he podido sacarte de la cabeza en todo el verano.

-Yo... D-Draco.., esto es algo imposible, ya sabes, tu y yo jamás podríamos...- el corazón me iba a mil, humedecí mis labios inconscientemente y me perdí en sus ojos grises.

-Dime que no lo deseas, T/n, dímelo y te dejaré en paz. Para siempre- susurró a escasos milímetros de mi boca, sintiendo el aire de su boca rozar mis labios.

-Draco, yo...- y como en un movimiento involuntario mis manos se enredaron en su pelo rubio y lacio, y le besé como jamás había besado a nadie en mi vida. Primero lentamente y después con pasión.

Sus dos manos agarraron con fuerza mis caderas, acercándome aún más a el. Su boca descendió de la mía hacia mi cuello, por primera vez. Un pequeño sonido de placer exhaló de mi boca,

-¿Así está bien?- preguntó cuidadoso.
-S-si...- contesté entrecortada.

Todo culminó en una larga mirada, mientras una leve sonrisa se le dibujaba en el rostro. Su dedo pulgar trazó la forma de mis labios, y acarició después mi nariz y mis mejillas:

-Merlín, Lancaster.., en verdad eres preciosa.

Me acompañó a la puerta de mi sala común, y antes de entrar, ya sujetando el pomo me giré una última vez

-Malfoy.., si esto no va a más ya sabes, puede volver a pasar.
-Entonces, sin sentimientos- dijo serio.
-Sin sentimientos- contesté del mismo modo.

Nos miramos como queriendo añadir algo más pero el silencio terminó en cada uno yéndonos a nuestras respectivas salas.

POLOS OPUESTOS: Draco Malfoy y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora