CAPÍTULO 15.

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Y para colmo, primera clase: Adivinación.

Notaba como todos me miraban de manera penetrante y murmuraban a mi al rededor al entrar en aquella clase.

El abrazo de la profesora Trelawney no ayudó demasiado: seguía empeñada en que yo tenía ese estúpido don de la adivinación y que podía ser una pieza importante.

-Gracias profesora pero yo..., de verdad, solo me bajó la tensión y dije cosas sin sentido. Si hubo coincidencias no cre...
-Tonterías, T/n, ve a tu sitio. No, no ahí. En primera fila gracias.

Rodé mis ojos y me senté allí mismo, mientras que Draco me daba una mirada de complicidad pero con cierta risa burlona. No pude evitar reírme también.

-Al menos esta hora no hablarán de mi y lo del dementor, Voldemort y el juicio con Dumbledore- me susurró entre risas Harry.

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-No puede ser real, o sea, ¿esto es siquiera legal?- Hermione no paraba de hablar y su cara reflejaba toda la preocupación del mundo.

-Definitivamente no logro entender como ese ser puede dedicarse a la enseñanza- contesté yo mirando la mesa del Gran Comedor repleta de comida.

-Umbridge va a seguir negando que Él ha vuelto, lo sé, pero yo no se lo voy a poner tan fácil- añadió Harry con la mirada perdida.

-Tío, tranquilo. Te apoyaremos, lo sabes- comentó Ron casi atragantándose con la cantidad de comida.

Acabamos riéndonos ante la estampa de Ron engullendo incluso en momentos como aquellos.

Cuando quise darme cuenta, el día había terminado y, para variar me entretuve, encontrándome merodeando por los pasillos a deshora.

POLOS OPUESTOS: Draco Malfoy y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora