CAPÍTULO 47.

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-¡Expelliarmus!

-G...Gracias esa anduvo cerca- le dijo Draco paralizado a Nymphadora Tonks, que le había cubierto las espaldas.

La batalla se intensificaba cada vez más. Me encontraba un poco por detrás de Draco, Remus y Nymphadora, totalmente concentrados en repeler todos aquellos incisivos destellos que provenían de diferentes varitas.

Entonces, y aunque no se muy bien cómo fue, un brazo robusto y fuerte me tomó del cuello, apretando consistentemente. Noté en la sien la punta de su varita, y con la mano del brazo opresor me tapó la boca y me llevó arrastrada escaleras abajo.

Por el pelo negro y áspero, y su olor putrefacto pude deducir que era él. Fenrir Greyback, el mortífago y hombre lobo.

Con su brazo aún en mi cuello, pero esta vez con su cara a centímetros de la mía me aprisionó contra la pared, casi ahogándome.

-Ya te me escapaste una vez, brujita... No va a ser esta la segunda.

Cerré los ojos y esperé a que acabase con aquello lo antes posible,

-¡Expelliarmus!

Alguien provocó que su varita saliera disparada.

Y no solo eso...

-¡Crucio!

Al escuchar aquello solo pude pensar en quien podría estar torturando a aquel mortífago. Hasta que le vi.

-Venga, Lancaster... Vuelve a tu puesto.

-Yo...- me interrumpió con una sonrisa.

-Te la debía, por todo lo malo que hice. Lo siento mucho, T/n...

-Olvídalo, Blaise. Gracias...- y nos dimos la mano.

Zabini se puso al lado de Draco, y espalda con espalda lucharon, defendiéndose el uno al otro y terminando de una vez por todas con aquella estúpida rivalidad. Eran amigos, y se querían. Dos slytherins inevitables.

Cuando volví en mi solo podía pensar en buscar a Harry. Y fue fácil encontrarlo, junto a Hermione y Ron.

Los tres lloraban, y yo no quería entender lo que en el fondo de mi ya sabía.

-No... ¡No! ¡Tiene que haber otra forma, no vayas!- grité abalanzándome sobre él en un grito ahogado.

-Os quiero... A los tres... Habéis sido y siempre seréis mi hogar...

Nos quedamos allí mirando a Harry marchar hacia el destino inevitable que acababa de descubrir en el pensadero. También él sabía que yo lo sospechaba, pero quiso facilitarme el darle aquella noticia.

-¡Vamos! ¡Haced algo tenemos que ir con el, chicos es que...!- Hermione me abrazó con fuerza, permitiéndome llorar y sollozar en sus hombros.

-No... No hay nada que podamos hacer, T/n...- suspiró Ron, acariciando mi cabello.

La guerra cesó.

Los momentos siguientes perdí la conciencia de todo cuánto me rodeaba, y sentada en aquellas escaleras un poco alejada de Ron y Hermione lloré hasta quedarme sin fuerzas, empapada en sudor y suciedad.

Su cabello rubio platino, desordenado y desgreñado se acercó llamando mi atención. Su traje negro entallado, manchado de tierra, seguía pareciéndome absolutamente impecable.

Draco solo se sentó en silencio y me abrazó.

Cuando me di cuenta, todos salían al exterior. Hagrid traía a alguien en brazos.

-Es... Es Potter- dijo Draco palideciendo- Él ha matado a Potter.

POLOS OPUESTOS: Draco Malfoy y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora