Todo estaba absolutamente destrozado, pero el sol volvía a lucir entre las nubes y el polvo que deja una guerra tras su paso.
En el Gran Comedor, se hacían vendajes, curas y tratamientos lo mejor que se podía, y se cuidaba de los heridos en el suelo. El ambiente era irónicamente alentador, a pesar de las bajas.
-Todo... ¿todo bien?- dije preocupada, al llegar justo a la zona dónde estaban mis conocidos.
-Todo, Lancaster, sobretodo después de ver como casi le rogaste al hombre-lagarto que te matase- dijo riendo George.
-Vaya Gryffindor estás hecha- corroboró Fred.
Y ambos hermanos se chocaron las manos y rieron juntos.
Draco apareció poco después, saludando tímido a los presentes. Y me dio la mano delante de todos, como corroborando lo que ya se sabía.
-Vaya...- dijo Nymphadora bromeando- de nada por salvarte la vida, ¿eh rubito?
-Cariño.., déjales...- rió Remus posando sus manos sobre los hombros de ella.
El día iba a transcurrir lento, entre todo el trabajo en enfermería y remover los escombros del castillo. Pero al menos la gran mayoría estábamos bien.
-Eh... ¿vienes a pasear?- dijo Harry mirándome- tu también, Malfoy... si quieres claro... -carraspeó.
De la mano, fuimos tras Harry hacia el puente, con una Hermione y un Ron por fin juntos, después de tantos años de idas y venidas. Al final, tenían que haberse metido en una guerra y casi no contarlo para aceptar lo que sentían el uno por el otro de una vez.
-Me gustaría... Me gustaría hacer las paces, Malfoy- dijo Harry extiendo su mano hacia la de él.
-Aceptadas, Potter...- sonrió, sacudiendo su mano y acercándole en un abrazo breve.
-Creo que estoy soñando...- dije riendo.
Los demás se unieron a mis risas, y un silencio largo se hizo entre nosotros mientras mirábamos hacia el castillo que nos había visto crecer, prácticamente irreconocible y destrozado.
-Nosotros volveremos a casa dentro de tres días- dijo Ron titubeando- ¿qué vais hacer vosotros?
-Pues ocupar la madriguera, como siempre Ron- bromeó Harry palmeando su espalda entre risas.
-Yo supongo que pasaré el verano en casa... Las cosas están más o menos arregladas- comenté suspirando, con el único pensamiento de mi padre rondando mi cabeza.
Draco me miró levantando una ceja, y colocando su corbata negra con la mirada orgullosa dijo:
-Creo que el verano se pasaría mejor en nuestra otra casa...- carraspeó- En la que estuvimos escondidos antes de que todo empezara.
Le miré con una sonrisa.
-Si quieres que pasemos el verano juntos, claro...- corrigió.
-Por supuesto, Malfoy- y le besé.
-Estáis invitados cuando queráis- dijo al grupo, mientras tomaba mi cintura- incluso tú, Potter... Sí, tú también Potter.
La risa que tanto habíamos echado de menos volvió a contagiarnos.
-Cuida de ella, Malfoy- susurró Hermione.
Y mientras su colgante se iluminaba, Draco contestó:
-Siempre.
NOTA AUTORA:
Ai :( Ahora sí... ¡Finalizado! (Casi...) Subiré también un epílogo para que veáis en final finalísimo.
Amé mucho esta historia, y más a la gente que me habéis leído, a pesar de ser la primera vez que escribo aquí.
Si queréis que, en un tiempo, suba otro fanfic pero sobre el desarrollo de la relación entre Draco y Tú (cómo continuaron siendo pareja, casarse, tener hijos, nuevas tramas con ellos de adultos) hacédmelo saber con algún comentario o favoritos. Si no, dejo de escribir aquí. En el epílogo lo pondré de nuevo para que leáis esto y decidáis.
Ahora sí por última vez... besitos y manzanas verdes 💔💚🍏🐍✨
ESTÁS LEYENDO
POLOS OPUESTOS: Draco Malfoy y tú.
Romance"Estaba escrito, como en una profecía: Ella, una Gryffindor diferente. Él, el frío Slytherin por excelencia. La casualidad los hizo coincidir, el destino los hizo enamorarse". Una historia de pasiones prohibidas, de amor contra todo y contra todos...