Cuando los humanos dejaron de ser nómadas y se asentaron en un lugar, comenzaron a plantar la tierra y domesticar animales, pero mientras cultivaban se dieron cuenta que en sus cuerpos también podían cultivar la energía que desprendía la naturaleza misma, de esa manera surgieron los cultivadores espirituales.
Los cultivadores espirituales eran personas que tomaban la energía libre que existía en la naturaleza para a través de ella potenciar la energía espiritual propia y así obtener dones que lo colocaban sobre los demás, pues no todos podían cultivarla, la energía no era compatible con todos.
Los cultivadores espirituales fueron evolucionando en conjunto con la humanidad, fueron manejando la energía espiritual de formas individuales y diversas, cada familia formo su propia esencia espiritual, formulo reglas, y formas de utilizarla. Algunos cultivadores espirituales destacaron en la lucha, otros tuvieron más inclinación a la sanación, y los que fueron considerados los más débiles tomaron la energía y formaron ilusiones que ayudaron a luchar y sobrevivir, así los cultivadores espirituales se fueron clasificando según su tipo: sanadores, guerreros, ilusionistas y alquimistas.
Los asentamientos humanos se caracterizaban en un principio de ser solo familiares, denominados clanes, con el pasar del tiempo se fueron aglomerando varios clanes en un solo lugar, formando así los pueblos.
La necesidad del trueque obligo a los pueblos a acercarse a otros, intercambiando alimentos, ropas, artesanías e inteligencia, incluso llegaron a intercambiar personas. Con los intercambios nacieron las ciudades, y con las ciudades la necesidad de un líder, que más tarde fue llamado Rey.
Varios reinos surgieron, y aunque algunos monarcas solo se concentraron en su territorio, hubo quienes ambicionaron más tierras, y las guerras por el poderío dieron comienzo: batallas recurrentes y derramamientos de sangre inocente, los reinos más débiles caían a manos de los más fuertes. Esto llevo a que esos reinos débiles se unieran, formando acuerdos y protegiéndose mutuamente, pero incluso esta asociación debía tener un líder, que más tarde sería conocido como Emperador.
Imperios llenaron la tierra, Imperios contra Imperios, Imperios contra reinos, la guerra nunca acabo solo se trasformó.
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En las faldas de las montañas surgió un pueblo denominado Ciudad de los Guepardos, este nombre no era porque sus habitantes tuvieran genes de estos felinos, sino por las características más comunes que poseían: altos, de complexión delgada, sus músculos pasaban desapercibos, y aunque su alimentación era buena, no engordaban; veloces, agiles y flexibles, los Guepardos luchaban como si bailaran, con suma gracia y elegancia, sus movimientos y sus ataques eran mortales. Tenían fuertes cultivadores, su ejército era temido y su territorio respetado, su esencia espiritual de color turquesa. Sus tierras protegidas por una barrera mágica, no se mezclaban con los demás, se reproducían entre ellos para dar herederos más fuertes.
Pero llego un momento en que los hombres escanciaron, por cada niño nacido, nacían seis niñas, obligándolos a buscar fuera de sus tierras hombres fuertes.
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Mientras el Clan Guepardos nacía en las montañas del sur, los Nerida bajaban de las montañas del este, construyendo un atrayente mercado en el desierto, atrayendo a la realeza misma.
El Emperador de ese momento era un vil hombre que gozaba del sufrimiento ajeno y había traído pobreza a su pueblo, y cuando este se hartó se levantó contra el Emperador reinante.
Los Nerida eran una familia numerosa y fuerte, sus miembros eran habilidosos guerreros, sus cultivadores eran guerreros y sanadores, su esencia en tonos rojos. Fueron de las familias que encabezaron la revuelta, no codiciaban el trono, solo querían parar la miseria a la que el antiguo emperador los había sumido. Cuando el Emperador Tao cayo, el Imperio de Wanna se sumió en otra luya por quien gobernaría, luego de tres años los Nerida decidieron tomar el trono, acabando con la guerra.
Nombraron a su capital Nir, y establecieron el reinado más estable de los cinco imperios que se repartían el mundo. Los emperadores Nerida gobernaban para el pueblo, no podían borrar la línea entre nobles y plebeyos, pero podían brindarle a los plebeyos condiciones de vida dignas, cada reino dentro del Imperio Wanna gozo de muchos beneficios.
Pero las guerras, la codicia, la sed de poder, son elementos arraigados en los humanos que no pueden ser borrados en totalidad, batallas por diversos motivos, unos justificados y otros verdaderamente tontos, se seguían efectuando, pero los Emperadores Nerida siempre procuraban un punto medio, y calmar las aguas.
Pero nadie es perfecto, los monarcas de este imperio se caracterizaron por su debilidad a los placeres carnales, estableciendo el harem, el primer Emperador Nerida, tuvo un harem de 107 bellezas sin discriminar género, su ejemplo fue seguido por los demás gobernantes.
Uno de ellos puso sus ojos en una de las princesas Zen, tomándola por esposa en contra de su voluntad, y siendo el responsable de la profunda enemistad entre los Zen y el Imperio Wanna, y que la Ciudad de Guepardos volviera a cerrarse para el resto del mundo conocido; la joven le dio dos hijas: Mian y Gi, ambas demostraron la fuerza de sus genes siendo guerreras excepcionales, cultivadoras de alto nivel.
Solo Gi tuvo descendencia, y fue uno de ellos quienes décadas después llegaría al trono del Imperio Wanna.
Nerida Shenta se convirtió en emperador a la edad de 22 años, cuando su primo enfermo de gravedad, abdicando sin haber dejado descendencia masculina. En sus primeros años Shenta no tenía grandes responsabilidades y podía disfrutar de su libertad, pero cuando su primo fue enfermando y aun no tenía hijos varones, él como el primero en la línea de sucesión fue sometido al duro entrenamiento para ser el próximo monarca.
Los primeros años de su reinado se caracterizaron por una inestabilidad política, algunos reinos e imperios vecinos, tomando como referencia su juventud e inexperiencia, quisieron adueñarse de las tierras de Wanna, pero su fiereza en el campo de batalla dejo a todos asombrados.
Una vez las cosas se calmaron, fue momento de escoger emperatriz, Shenta no veía con buenos ojos el harem, le parecía una pérdida de tiempo el tener tantas amantes que no podían darte un heredero. Pero el pueblo de Wanna se merecía una emperatriz.
Shenta fue un buen rey, los habitantes del Imperio de Wanna lo amaban... pero si le preguntas a los habitantes del Reino de Guepardos, solo tendrán comentarios de odio hacía él, aunque estos le cuesten la vida. La relación entre Guepardos y Wanna era mala, y Shenta no la mejoro... la empeoro.
Ella le amo, a pesar de solo recibir desprecio. Él sintió afecto por ella, pero nunca amor.
Ella se fue sin arrepentimientos. Y él tuvo que quedarse con los sentimientos de culpa.
Él sabe que fue su error y acepto vivir con el remordimiento en honor a ella.
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El Diario de una Reina Amada
FantasyÉl fue un buen rey, pero no fue un buen esposo para ella. Ella le amo, a pesar de solo recibir desprecio. Él sintió afecto por ella, pero nunca amor. Ella se fue sin arrepentimientos. Él tuvo que quedarse con los sentimientos de culpa. Él sabe que...