El Diario de una Reina Amada

Cap. 10

Con los primeros rayos de sol, dos de los que mejor se encontraban partieron a Nir, llevando los tres cuerpos. Shenta en compañía de Guxi, quien era su sanador de confianza, revisaron los cuerpos de las hienas, mismos que ya empezaban a descomponerse.

—El hechizo de hipnosis que se usa en ellas acelera el proceso de descomposición —Li, con su energía casi repuesta completamente, se acercó a los dos hombres —aunque no recuerdo leer que sea uno de los síntomas segundarios de ese hechizo.

—Porque no lo es princesa, el hechizo de hipnosis no podría utilizarse en tantos individuos a la vez, por lo menos no el hechizo que conozco.

—¿Es posible que haya sido alterado? —Shenta cuestiono

—O que nos estemos enfrentando a otro hechizo oscuro del que no tenemos conocimiento, las artes oscuras, al igual que las blancas, siempre están en evolución, una evolución cada vez más peligrosa.

—Hubiese sido buena idea llevarnos uno de estos cuerpos para estudiarlo, pero viendo la situación, no llegaría a Lotos, muchos menos esperarían nuestro regreso.

—¿Se dirigen al Reino de Lotos? ¿Por qué el Emperador de Wanna iría a un reino que no esta bajo su dominio?

—¿Por qué debería de interesarle esto a la Princesa de Guepardos, quien no entiende de política?

—¿Quién dice que no entiendo de política? Solo hago una pregunta en vez de dar por sentado las cosas sobre las que no tengo conocimiento, podría decir que su Majestad se dirige allá porque desea agregar otro reino a sus filas, o porque haya sido invitado a algún evento. Hay muchas conjeturas que pueden ser su razón, pero no sabre cual es la correcta si su Majestad no la dice

—¿Y por qué razón se la diría? Su Alteza, la Princesa Zen, no debería meterse donde no la llaman.

—¡Li!

Cualquier replica que Li fuera a decir murió ante el reconocimiento de la voz que la llamaba, Cheng, seguido por unos cuantos hombres a caballo, se acerco a ellos, yendo enseguida a sostener el cuerpo de su amiga, revisándolo minuciosamente.

—Estoy bien, solo algunas heridas así que deja de actual como mamá gallina.

—¿Tienes idea de lo preocupado que estábamos? Saliste ayer temprano y ya no regresaste, no tienes idea de cuantos pensamientos negativos pasaron por nuestra cabeza, pero tu estabas aquí en compañía de... del Emperador de Wanna —ante la mirada mortal dada por Li, Cheng analizo bien como se referiría a Shenta

—Hubo algunos imprevistos ChengCheng, te los contare luego.

—Su Majestad, ya todo esta listo para nuestra partida —uno de los guardias se acercó a Shenta

—Bien, no perdamos más tiempo

—¡Espera! —lo más rápido que su pierna le permitió, Li se interpuso en el camino de Shenta, quien la vio interrogante —Permítame, su Majestad, acompañarlos en su viaje a Lotos

Shenta rio antes de responderle —¿Por qué permitiría algo como eso? Es iluso de tu parte pensar que te acertare en mi grupo

—No pido que me hacerte en su grupo, solo pido que me permita acompañarlos, ni notara que viajo con ustedes.

—Discúlpame por la desconfianza, pero viniendo de ti, eso es algo imposible

—Lo tomare como un cumplido. Permita que los acompañe a forma de pago

—¿De pago?

—Algunos caballos se han ido, puedo ofrecerles otros de repuesto, a cambio me deja que lo acompañe a Lotos.