—¡Li! Los he conseguido —Yuna llegaba eufórica, siendo recibida con la misma algarabía
—¿De verdad?
—Si, Ahn ha logrado sacar estos, son los únicos con material que nos podría ser de ayuda
—¿Y ha sido cautelosa? No me perdonaría si pasara lo mismo que con Fei —el tema de Fei era un tema sensible para Li, seguía sin saber nada de ella, si estaba viva o muerta, aunque comenzaba a inclinarse por la segunda opción.
—Lo ha sido, ha aprovechado que le tocaba custodiar la sala privada de la biblioteca, su familia posee un hechizo de duplicación que ha utilizado para que nadie extrañe estos ejemplares. confió en ella, todo estará bien. Ella sabe que a cualquier señal de peligro debe de salir y venir aquí.
—Esta arriesgando mucho por nosotros, le estoy grandemente agradecida, encárgate de hacérselo saber.
—¡Princesa Li! —otra llegada eufórica atraía la atención de Li.
—¿Qué sucede?
—Ha llegado una carta para usted, de parte del Emperador de Wanna
La mención de Shenta sorprendió a Li, tomando la carta para leerla con rapidez, y nervios.
—Parece que la relación entre tú y Shenta volverá a ser buena
—Esa relación nunca fue buena Yuna, y ahora solo está impulsada por un objetivo en común. Esta carta es pidiéndome que lo visite en las montañas del norte, dice que es urgente, así que partiré ahora que hay tiempo.
—¿Tan deprisa? ¿No esperaras a Cheng?
—Llevare conmigo a algunos de los chicos, hazle saber a Cheng que confió en que se quede y cuide de Guepardos, más ahora que la familia real esta histérica con el próximo cumpleaños.
Yuna asintió a las palabras de Li, quien partió acompañada por un pequeño grupo. El ir a caballo ayudo a que su tiempo de viaje no fuera tanto.
Dejando los caballos en la falda de la montaña, fueron recibidos por los hombres de Wanna, uno de ellos sirviéndoles de guía. Caminaron hasta una empinada subida, que parecía ir rodeando la montaña.
—Sean cuidadosos al subir, gracias que la nieve se esta derritiendo, el suelo es muy resbaloso. —Fueron advertidos por su guía.
El invierno pronto desaparecería, y la nieve lo anunciaba con su lento derretimiento.
Su camino a la cima fue lento, pero llegaron completos. La cima estaba totalmente blanca, Li se abrazó a sí misma por el frio.
Al estar vestido de blanco, Shenta podría fácilmente camuflarse con su entorno.
—Parece ser que nuestros encuentros serán en la cima de montañas, su Majestad —este fue el saludo de Li, con la infaltable reverencia, que fue respondida con elegancia.
—Y para observar paisajes que nos quiten las palabras, Princesa Zen. Ha acudido rápido a mi llamado
—Ha dicho que es de suma importancia, no quería hacerle perder el tiempo, y demostrarle lo comprometida que estoy con nuestro trabajo.
Shenta se permitió sonreír, dejando que Li se acercara más a él, y con su mano señalándole el blanco valle bajo ellos.
La sonrisa de Li desapareció, llevo su mirada de Shenta al valle varias veces, antes de recuperar la capacidad de hablar —¿Esto es una broma?
—Quisiera que lo fuera, pero no lo es.
—No desaparecieron, cambiaron de lugar, y no solo eso, sino que duplicaron su tamaño.
—Así es. Hace cuatro días, nuestra fortaleza de Yinzha fue atacada, algunos presos lograron escapar, pero tienen hechizos de rastreo. Los desactivaron cerca de aquí, así que explorando la zona, encontramos esto al anochecer de ayer.
—¿Es seguro estar aquí?
—Lo es, no creo que sepan que estamos aquí
—¿Y si lo saben y esto es como una trampa o una burla? No parecen ser del tipo que cometerían el error de traer prófugos marcados a su campamento.
—Algunas veces hay quienes se suelen creer muy poderosos e inalcanzables que no se detendrán en pequeñeces. Quiero creer que cometieron este pequeño error, mismo que nos ha dado algunas respuestas.
Li observo aquel asentamiento que había agrandado su tamaño, ahí estaban las espesas nubes, la ligera neblina, y esos numerosos puntos negros que se movían.
—¿Qué haremos ahora?
—Observarlos e intentar obtener lo más posible. Princesa Zen —Shenta miro de frente a Li— dentro de unos días se llevará a cabo una reunión en Nir con los reinos bajo mi poder, y algunos reinos vecinos, debatiremos nuestra situación, debería de asistir.
Li estaba sorprendida, no se esperaba esta invitación. Observo aquel paisaje, pensó en Guepardos y lo aislado que estaba, en los ataques que habían sufrido, y donde solo habían sido ellos luchando, no les caería mal algunas alianzas.
—Agradezco la invitación, puede contar con mi presencia, o con alguien más de la casa real.
Unas observaciones más y descendieron de la montaña, ya estaban sobre sus caballos cuando Shenta se acercó a Li.
—Princesa Zen, ¿Qué le preocupa? Ha estado callada y pensativa desde que bajamos, esa no es usted.
Li rio sin gracia —dudo que tenga idea de quien soy yo su majestad. Pero tiene razón, he estado pensando nuestra desfavorable situación. Que le parece si atacamos este asentamiento
—¿Atacar? Se esta volviendo loca acaso, sería un ataque suicida.
—No lo seria, no nos adentraríamos mucho, alguien tiene que controlar esos animales, quizás nos enfrentamos a algo más que hienas.
—Si atacamos ¿No estaríamos haciéndoles saber que sabemos su ubicación?
—Aunque suene loco, debemos buscar una forma de tomar más terreno. He logrado conseguir algunos libros, los estudiare en busca de ayuda, cuando nos volvamos a ver, si todavía el asentamiento no ha desaparecido, esperare su respuesta. Yo estoy decida a dar ese paso, seamos nosotros los primeros esta vez.
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El Diario de una Reina Amada
FantasyÉl fue un buen rey, pero no fue un buen esposo para ella. Ella le amo, a pesar de solo recibir desprecio. Él sintió afecto por ella, pero nunca amor. Ella se fue sin arrepentimientos. Él tuvo que quedarse con los sentimientos de culpa. Él sabe que...