La noche había caído en Guepardos, desde uno de los pocos altos edificios que quedaban, Li observaba su tierra, anteriormente las noches eran luminosas, pero el paso del tiempo no estaba siendo nada amable con Guepardos.
Sonidos de pasos se escucharon, ella esperaría la llegada de Cheng, y no oculto su sorpresa al ver a Shenta.
—Me han dicho que estarías aquí, es una vista hermosa
—Hermosamente deprimente diría yo. Pensé que estaría de camino a su reino ¿Qué hace todavía aquí
Shenta se lo pensó mucho antes de responderle —Quiero hacerte una propuesta, que de verdad espero la aceptes
—¿Y esa propuesta es...?
—Que nos casemos, Princesa Zen quiero proponerle que se case conmigo.
El silencio los envolvió, Li lo veía sorprendida, esperando que dijera que bromeaba, o que lo que escucho fue un error. Al ver que él no diría nada más, se echó a reír.
—¿Esto...no puede estar hablando enserio su Majestad?
—Lo hago, estoy siendo muy serio
—No me lo creo, ¿Cómo se le ha ocurrido tremenda estupidez?
—No es una estupidez, solo piensa en lo beneficioso que sería para los dos
—Beneficio no hay ninguno, aparte sabe de mis sentimientos hacia usted y yo sé que nunca serán correspondidos, así que ¿No cree que está siendo bastante cruel conmigo?
—Y lo lamento, créeme que no pretendo herirte
—Pues lo hace con esta absurda proposición. Olvidare lo que acabo de escuchar y espero que usted no lo vuelva a mencionar.
Antes de que se fuera, Shenta se apresuró a tomar su mano —Deseo ayudar a Guepardos, pero los miembros del consejo no están de acuerdo con esta ayuda desinteresada, Guepardos me ha ayudado mucho en el pasado y quiero retribuir su ayuda.
—Quien lo ayudo fui yo, y ya le dije que estamos a mano, no siga insistiendo con este tema.
—Piénsalo Li, no es una mala idea, quiero proteger Guepardos, quiero protegerte.
Había dolor en la mirada de Li, y el corazón de Shenta se apretaba al verlo. No puso resistencia cuando ella se soltó de su agarre.
—Solo quieres dar tu protección porque te sientes culpable, y tu sentimiento de culpa me esta lastimando más, deja este tema por finalizado. Guepardos no necesita tú protección, yo no la necesito.
Aunque Shenta la llamó ella no volteo y se fue de aquel lugar, lo escuchado no le trajo ni un ápice de felicidad como pensó una vez, al contrario le trajo más dolor, porque era una propuesta que se hacía desde un sentimiento de culpa, desde una falta auto impuesta y que querían solucionar.
Detuvo sus pasos al ver a Cheng, por su expresión supo que la esperaba y que sabía de lo que se hablaría.
—¿Tú lo sabías?
—No te mentiré, me lo dije antes de la cena. Tampoco te mentiré con mi opinión, creo que deberías de aceptar su propuesta
—¡Cheng!
—Se que será doloroso para ti, pero el futuro de Guepardos es incierto, siempre has puesto al pueblo por encima de todo, incluso de ti. Los ánimos de todos están por el suelo, solo esperan su fin. Si te casas con Shenta puedes ir a vivir a Nir, salvar tu vida, y quizás se les permita la entrada a algunos de nosotros, quizás no es el fin para todos. Nunca pensé que diría esto Li, pero necesitamos apoyo, si seguimos solos pereceremos, con ayuda por lo menos sobreviran algunos que podrán trasmitir a sus descendientes la historia de Guepardos, y nuestro linaje no morirá.
Mientras Cheng hablaba el rostro de Li se cubría de lágrimas, no quería pensar en el fin de Guepardos, ese reino que sus antepasados erigieron con esfuerzo y sacrificios, pero siendo honesta su fin se veía palpable si no hacían algo. Le había mentido a Shenta, Guepardos si lo necesitaba... ella lo necesitaba.
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El Diario de una Reina Amada
FantasyÉl fue un buen rey, pero no fue un buen esposo para ella. Ella le amo, a pesar de solo recibir desprecio. Él sintió afecto por ella, pero nunca amor. Ella se fue sin arrepentimientos. Él tuvo que quedarse con los sentimientos de culpa. Él sabe que...