Cap. 1

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La tarde estaba siendo agradable, con el equilibrio perfecto en el clima, la música suave en el fondo, sin muchas personas alrededor, cero problemas, y lo que la hacía verdaderamente perfecta: una jarra de té frutal y un plato hondo lleno de buen pan.

Pero debió suponerlo, la tarde estaba siendo demasiado perfecta para no ser el presagio de problemas, o de momentos agrios en este caso.

¿Cómo es que no te cansas de comer lo mismo? —Cheng llego a su lado, ocupando la silla a su izquierda.

¿Cómo no te cansas tú de preguntar lo mismo? ¿crees que la respuesta cambiara?

Solo quiero saber si en algún momento te dará en cara y ya no podrás comerlo, he más, quizás ni puedas mirarlo o escuchar que lo nombren sin sentir nauseas.

Lo observo con medio buen pan camino a su boca. —Cuando llegue ese momento me preocupare, por ahora disfrutare lo más que pueda, quien sabe cuándo pueda volver a disfrutar estas delicias

Te apuesto a que volverás a disfrutarlas mañana, o tal vez esta misma noche.

Eso no lo sabes. Ahora estas aquí, quien sabe dónde estarás esta noche, la vida da demasiadas vueltas, y pocas veces te deja donde te recogió. —Llevo el mazapán a su boca, comiéndolo al fin, para llevar su vista al frente. Desde su mesa podía observar parte de la calle, menos concurrida de lo habitual.

¿De cuándo a donde eres filosófica? Todo eso lo dices como pretexto para seguir atiborrándote como una cerdita —la mano de Cheng fue golpeada a medio camino de tomar un buen pan.

Soy una cerdita que no le gusta compartir, es asunto mío si quiero morir por sobre dosis de buen pan, así que aleja tu mano de mi plato.

Se miraron fijamente unos segundos, siendo Cheng el primero en rendirse. Haciendo una seña a la mesera y pidiendo alcohol.

¿No es muy temprano para estar tomando?

Es muy temprano para muchas cosas, pero necesito una buena dosis de alcohol

¿Problemas en el paraíso?

¿Cuándo ha sido eso un paraíso? Siempre ha sido un infierno y hoy estuvo peor. —la mesera llego con el alcohol, y Cheng retomo la conversación una vez se fue y él dio un ansiado trago —Están demasiado efusivos por el desfile real.

¿El desfile real? —Li se veía confundida

Si, el desfile real de hoy, donde toda la familia real estará presente, partirá de la primera entrada del Palacio de Marfil y le darán la vuelta a la ciudad. Para este momento ya tuvo que haber iniciado.

No sabía que sus majestades desfilarían hoy

¿Dónde has estado? Todos en Guepardos lo saben, llevan la semana entera anunciándolo

He estado algo ocupada

—Ya veo que sí. En fin, mucho antes de que se anunciaran he tenido que soportarlos, a ella le toco diseñar los trajes de la reina y la princesa heredera, y a él planificar junto a otros delegados la ruta, y me lo han restregado de mil formas diferentes. Su último movimiento hoy fue querer enlistarme obligado a la guardia real.

No te oyes contento

No lo estoy, no es divertido escuchar a tus padres enumerar las razones por las que eres un fracasado

—No eres un fracasado

Lo sé, pero saberlo no hace que sea menos frustrante escucharlos. Estos días han sido un calvario, lo bueno es que el asunto del desfile termina hoy.

El Diario de una Reina AmadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora