El sol empezaba a ocultarse, lentamente los reyes, y representantes de los reinos invitados salían del gran salón, donde pasaron la tarde entera dialogando-discutiendo acerca de su misterioso, y hasta el momento, invencible enemigo.
Todos compartieron sus experiencias, dieron sus teorías y propusieron posibles formas de hacerle frente duramente, pero lamentablemente no se llegó a nada. Sería para el día siguiente que se terminaría de estudiar la sangre de los desafortunados prisioneros.
—Sabes, he estado pensando en una posible razón para el comportamiento extremadamente hostil del Príncipe de Lotos para contigo —Cheng y Li se dirigían a sus aposentos designadas, donde tomarían la cena.
El trato que Li recibió en la reunión no fue el mejor, especialmente de parte de Yara Uxier, Segundo príncipe de Lotos, y quien parecía ser enemigo jurado de Li.
—¿...y esa razón es?
—Qué está enamorado de ti
Li detuvo sus pasos para ver a su amigo de frente —¿Te golpeaste la cabeza y no me di cuenta? No estes diciendo todas las estupideces que se te ocurren
—Vamos, mejora ese genio —reanudaron su caminar— esta es la única explicación para ese comportamiento tan odioso que tiene en contra tuya
—Pues si así trata a la persona que le gusta, no me quiero imaginar como trata a las que odia.
—Posiblemente sea un novato en esto de sentimientos, no debe saber como comportarse con la chica que gusta
—Cheng, estas siendo molesto
—Bien, ya me cayo con ese asunto.
Ambos llegaron a sus aposentos, una al lado de otra, y sería la de Li la elegida para cenar, dicha cena ya estaba servida en el pequeño patio trasero que unía ambas habitaciones
—Todo esto se ve delicioso, el Emperador se ha lucido
—¿Crees que sea obra de él? —Li tomo asiento, pronto solo quedaron ellos y los guardias que vinieron acompañándolos
—¿Y de quien más entonces? Aunque hubiese sido mejor si nos hubieran preparado una mesa con el resto, es seguro que algunas bellezas estén animando la cena.
—¿Por qué nos permitirían estar con el resto? Te recuerdo que su Majestad me quiere lo más lejos posible de él.
—Li...
—Aunque si quieres ir a dar un vistazo eres libre de hacerlo. Mi apetito no es bueno esta noche, reunámonos mañana.
Sin esperar objeción, Li entro a la habitación, Cheng decidió por esta noche dejarla sola, claramente su amiga tenía un corazón roto que no había sanado.
En la habitación Li se fue quitando sus accesorios y vestimenta de forma lenta. Ella no pidió cenar en su habitación, de hecho pensó que tomarían la cena con los demás, podía soportar un poco más los comentarios de Uxier y otros individuos sin importancia para ella. Pero al salir del salón se le comunico que no cenarían con los demás, mentiría si dijera que no le dolió, en especial cuando vio a la Princesa de Lotos, salir alegre al encuentro de Shenta.
Shenta la quería lejos, ya era una suerte que la tomara en cuenta, no podía pedir más.
Se sumergió en la tibia agua de la bañera, debía ser fuente y paciente, sus sentimientos pronto desaparecerían, y solo serian un agrio recuerdo de su primer amor.
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El Diario de una Reina Amada
FantasyÉl fue un buen rey, pero no fue un buen esposo para ella. Ella le amo, a pesar de solo recibir desprecio. Él sintió afecto por ella, pero nunca amor. Ella se fue sin arrepentimientos. Él tuvo que quedarse con los sentimientos de culpa. Él sabe que...