—Pensé que estarías saltando de felicidad, y no que estarías aquí con esa cara lamentable —Cheng llego al lado de Li
—¿Por qué lo estaría?
—Nuestra misión fue un éxito, y no solo fuiste defendida por el Emperador sino que te felicito, y pareció preocupado por ti
—Estoy feliz por nuestro éxito, pero tú lo viste y lo sentiste, y apostaría que todos los de Guepardos lo hicimos, eso eclipsa mi felicidad y solo puedo llenarme de preocupación y pesar. Quizás todos ellos tienen razón, y Guepardos es un aliado de esos individuos.
—Claro que lo sentimos, pero estamos claros que en si dado caso Guepardos esté involucrado, nosotros estamos limpios. Puede que sea una coincidencia
—¿Tú crees qué solo sean coincidencias?
—Es lo más probable, no dejes que esto te desanime y distraiga, hemos hecho un buen descubrimiento, tenemos razones para festejar un poco. Y en cuanto a lo otro puedes mostrar tu felicidad sin pena
—No empieces, él ya me ha dejado clara su postura hacia mí, solo somos compañeros de lucha, ni siguiera puedo decir que somos amigos. No tengo razones para emocionarme, me niego a vivir de migajas
—¿Quizás puedas hacer que se enamore de ti?
—Creo que es imposible, se ve muy interesado en la Princesa de Lotos
—¿De cuándo a donde te rindes?
—Desde que sé que es una lucha perdida. El sol casi cae, supongo que partiremos pronto.
Una buena forma de cambiar de tema, Cheng decidió respetarla. Había ido allí para levantar su ánimo y solo lo había empeorado.
Pronto estuvieron listos para partir a Nir.
—Princesa Zen ¿Realmente se encuentra bien? —Shenta se veía realmente preocupado, y Li se esforzaba porque eso no alentara su corazón.
—Lo estoy —viéndola segura, Shenta no insistió más.
Llegaron a Nir justo para la cena, Li no se sorprendió al ver que cenaría en su habitación, en compañía de sus compañeros de Guepardos.
—No esperaran hasta mañana, luego de cenar debemos reunirnos en el salón —Cheng dijo después de un rato
—Es evidente que hay prisa, no tengo problema con reunirnos esta misma noche. De esa manera es mejor, y podemos partir a Guepardos mañana temprano
—Me gustaría que descansaras un poco más, incluso él lo propuso, pero se negaron.
—Me siento bien, el viaje a casa no presentara riesgo para mí.
—Sería mejor asegurarse, gastaste casi toda tu energía espiritual
—Pero no toda, de verdad estoy bien.
Cheng sabia de primera mano lo testaruda que podía ser Li, era pérdida de tiempo intentar convencerla.
La cena paso rápido, y pronto se encontraban cruzando las puertas del salón, donde ya todos lo esperaban. Li respiro profundo, por pedido de Shenta se ubicó a su lado, casi al centro y cabeza de aquella mesa.
—Bien Princesa Zen, ilumínenos con sus descubrimientos —claramente seria Yara Uxier el primero en hablar
—Princesa Zen nos morimos por saber que descubrió y por conocer sobre ese poderoso ataque que realizo y que es del conocimiento de nuestros enemigos pero desconocido para nosotros —otro de los reyes invitados habló
—Entonces esperare a que terminen de morir para hablar
—Li —el tono de Shenta fue de advertencia
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El Diario de una Reina Amada
FantasyÉl fue un buen rey, pero no fue un buen esposo para ella. Ella le amo, a pesar de solo recibir desprecio. Él sintió afecto por ella, pero nunca amor. Ella se fue sin arrepentimientos. Él tuvo que quedarse con los sentimientos de culpa. Él sabe que...