—¿Cuándo paso esto? —Li veía totalmente sorprendida el paisaje frente a ella.
—Anoche hubo una lluvia fuerte, cuando amaneció ya no había rastro del asentamiento.
El valle que anteriormente estaba cubierto por espesas nubes negras ahora se mostraba con claridad bajo un claro cielo, no había rastro de energía resentida, ni de las hienas u otra criatura, solo la vista de verdosa hierba y algunos arbustos.
Todavía era invierno, y aunque nunca cayo nieve más allá de la montaña, la vista era demasiado fresca para la temporada.
Solo habían pasado dos semanas, Li y Shenta habían llegado a un acuerdo, regresado a sus reinos con la promesa de volverse a ver para conversar mejor sobre este enemigo en común. Todavía no habían llevado a cabo dicho encuentro, pues cada día incrementaban los ataques de las hienas, y en la última semana la aparición de extrañas criaturas.
—Bajare a ver
—¡Estas loca! No sabemos con qué te encontraras allá
—¿Sientes algo? Porque yo no, no parece ser una ilusión u otro artilugio
—Hay otras formas para averiguarlo
—Con su permiso —uno de los guardias interrumpió la conversación de Li y Cheng— Desde que notamos esto hemos realizado algunos hechizos, incluso enviamos algunas aves, y no ha pasado nada, es como si la ilusión hubiese sido en las últimas semanas.
Sus miradas volvieron al frente, miles de preguntas formándose y ninguna cerca de la respuesta.
—Bajaré —volvió a decir Li con tono más decidido
—Iré contigo
—Cheng...
—No sé negocia, no bajaras sola.
—Pueden colocarse en línea y estar atentos para cualquier eventualidad...
—Ellos lo harán, yo iré contigo
Li suspiro en redención —Que alguien vaya hacia Nir, y le de aviso al Emperador.
Con las ordenes dadas, acompañada de Cheng.
El descenso fue cuestión de segundos, el aire se sentía normal, la tierra bajo sus pies igual, no había rastro de resentimiento.
—Es demasiado extraño —Li dijo mientras exploraban el entorno con cautela. La posibilidad de que todo fuera un sueño llego a su mente, pero había testigos.
—Esto solo comprueba que quien esta detrás es alguien poderoso, y al parecer no son solo cultivadores oscuros.
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—Princesa Zen
Shenta llego al improvisado campamento que se había montado sobre aquella montaña
—Emperador, me alegra que haya acudido con rapidez
Li se puso de pie, reverenciando al recién llegado. Después de sus momentos de cordialidad, fueron a observar el valle, poniendo al tanto a Shenta de lo poco que habían avanzado.
—Esto no es normal, y debemos tomarlo a la ligera. Han movido un campamento tan grande en poco tiempo y sin ser vistos, en estos días debemos de estar más alerta.
—Yo también he pensado que esto es como un aviso de guerra, y lo peor es que aún seguimos en la oscuridad en cuanto a nuestro enemigo.
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El Diario de una Reina Amada
FantasyÉl fue un buen rey, pero no fue un buen esposo para ella. Ella le amo, a pesar de solo recibir desprecio. Él sintió afecto por ella, pero nunca amor. Ella se fue sin arrepentimientos. Él tuvo que quedarse con los sentimientos de culpa. Él sabe que...