La vida de Li cambio drásticamente después de su boda, no había vuelto a ver a Shenta y apenas y salió al patio. Dos días después de su casamiento los suyos se habían ido, así que se quedó sola en este lugar, acostumbrada a estar en movimiento, permanecer quieta la estaba comenzando a enloquecer.
—Señora, su Majestad desea verla —una joven de nombre Dae, una de sus doncellas, la sacó de sus pensamientos con este mensaje.
Siguiéndola llegó hasta la que era la oficina de Shenta, era la primera vez que lo veía luego de la boda y no sabía cómo debía de reaccionar.
—Su Majestad, ¿pidió verme? —se decidió por seguir con el trato formal, después de todo su matrimonio había sido eso: un trato.
—Ya estas aquí, quiero comunicarte algo
—Le escucho
—Partiré hacia Guepardos mañana —esto la sorprendió tanto que dio dos pasos hacia Shenta— han aumentado los avistamientos de hienas en sus alrededores
—Iré contigo
—No puedes —esta negativa también la sorprendió, y no de buena forma
—¿Por qué no puedo? ¿Acaso ahora soy tu prisionera?
—Claro que no Li, no malinterpretes mis palabras, pero debes quedarte aquí. Usa este tiempo para familiarizarte con Nir, conoce el imperio, su gente. Aun no te recuperas, necesitas estar tranquila, déjame a mi encargarme de esto
—Claro, solo soy un estorbo ahora. Pero puedo luchar Shenta, todavía puedo defender mi reino
—Y no lo pongo en duda, tus heridas me lo confirman, y herida Li no le sirves a tu pueblo, a puesto que los habitantes de Guepardos te dirían lo mismo, descansa, recupérate, y luego puedes pensar en luchar.
Li apretó sus labios, respiro profundo llevando una cuenta interna para calmarse
—Me promete su Majestad que si me recupero, me dejara ir a luchar
—No me agrada la idea, pero eres una guerrera, así que te lo prometo.
Al día siguiente Shenta partió, y Li dedico los primeros días a su recuperación.
—Señora, tiene visitas
Li no conocía a nadie aquí, así que no esperaba tener visitas, y se sorprendió grandemente al ver a la madre de Shenta, en compañía de Maya, la única hermana de Shenta, el parecido entre ambos era sorprendente.
—¿La Princesa Zen se esta adaptando bien a su vida en Nir?
—¿Por qué te refieres a ella como la Princesa Zen? Ahora su apellido es Nerida, pues es la esposa de tu hermano
Nerida Li... le disgustaba como sonaba, seguía prefiriendo su antiguo apellido, el apellido de sus abuelos, pero no quería ser descortés, así que solo bajo la mirada, tragándose las palabras que querían salir.
—Bueno... todavía no hay un anuncio oficial para que tome nuestro apellido, y en los registros sigue conservando el Zen
Giam, la madre de Shenta, y Li miraron a Maya, ambas con sorpresas pero por distintas razones
—...Shenta siempre rompiendo las reglas, no se porque le cuesta tanto hacer las cosas correctamente, pero ya hablare con él cuando regrese
—Supongo que Shenta quiere que me acostumbre aquí antes de hacer ese tipo de cambios, que muy probablemente no sean de mi agrado —quizás lo último no debió decirlo
—¿Qué no son de tu agrado? Ahora eres su esposa, cuando una mujer se casa adopta el apellido de su esposo, es una tradición y no solo del Imperio Wanna. Se la razón por la que mi hijo se ha casado contigo, y en compensación deberías de comportarte como lo que eres ahora, la esposa del Emperador Nerida de Wanna, ya no eres más la princesa Zen Li, ahora eres Nerida Li, te guste o no.
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El Diario de una Reina Amada
FantasyÉl fue un buen rey, pero no fue un buen esposo para ella. Ella le amo, a pesar de solo recibir desprecio. Él sintió afecto por ella, pero nunca amor. Ella se fue sin arrepentimientos. Él tuvo que quedarse con los sentimientos de culpa. Él sabe que...