Hace un par de meses los cadetes del ejército de la Isla Paradis iniciaron su segundo año, y mientras tanto el plan de recuperar al Titán Fundador seguía avanzando, aunque lentamente.
Por su parte, Armin y Lynna no volvieron a tocar el tema de la cita que tuvieron ni una sola vez.
Seguían hablando con normalidad, pero a pesar de eso los sentimientos de la rubia hacia él aumentaban, y no sabía si Armin aún le correspondía.Todo eso y más pensaba mientras se trasladaba en una carreta junto a sus demás compañeros de tropa, yendo rumbo al Distrito Trost.
Para un entrenamiento más realista habían sido trasladados a las afueras de la Muralla Rose, y por suerte al llegar no serían enviados al Cuartel General directamente.—¡Mira, Mina! —habló Lynna con la emoción de un niño pequeño que ve su dulce favorito, señalando hacia los puestos y el mercado que se habían instalado ahí— ¡Hay que ir a ver!
—¡Sí! —Mina tomó a su mejor amiga de la muñeca y corrieron juntas hacia aquellos puestos, ni siquiera se acordaron que venían en grupo con sus demás compañeros de tropa.
—¡Oigan, no están solas! —gritó Jean con la pequeña esperanza de que las muchachas se detuvieran, pero no fue así, la única en voltear fue Lynna.
—¡Pueden adelantarse, estaremos con ustedes en un momento! —dijo con su típica sonrisa llena de dulzura— ¡No te preocupes, te llevaré arcilla para caballos cuando regresemos, Jean!
—¡Desde que te hiciste amiga de Eren eres irritante! —espetó Jean, pero ya la rubia no lo escuchó; solamente lo habían oído Connie y Sasha.
Las muchachas se detenían en cada puesto que veían, admirando toda esa hermosa ropa y accesorios que había.
De pronto ambas miraron a la vez una cajita de madera que estaba sobre una mesa, en ella había un par de anillos de oro que brillaban ante el sol.—¿Y si los compramos? —dijo Mina con una sonrisa— De esa forma tú, donde quiera que estés, recordarás que tienes una mejor amiga que está esperando por tí, y viceversa.
—Ni siquiera tienes que preguntar, es un "si" definitivo —respondió Lynna.
Se dividieron el gasto a la mitad y así lograron pagar los anillos, ambas se los colocaron en su dedo índice de la mano derecha, se veían preciosos.
—Te prometo que vaya a donde vaya lo llevaré, y siempre recordaré que tengo una mejor amiga —dijo Lynna con lágrimas acumulándose en sus ojos, sintiendo realmente el cariño de una mejor amiga, ese que sólo sintió alguna vez con Pieck Finger.
—Ahora tú llevas una parte de mí en tí, y yo una parte tuya en mí —habló Mina, que estaba de la misma forma que la rubia, al borde del llanto.
Luego de sonreírse ambas tomaron el camino de regreso, debían de volver con los demás si no querían que Jean hiciera algún escándalo.
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Shock; Armin Arlert
FanfictionUna soldado candidata a guerrera de Marley es enviada a la Isla Paradis para encontrar al Titán Fundador, pero en su búsqueda se enamora de Armin Arlert, uno de los demonios de la isla. La lealtad de Lynna Grice se ve en juego, deberá elegir si qued...