Capítulo 46

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No fue hasta un par de horas después de zarpar que Lynna Grice despertó, estando claramente desorientada y confundida

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No fue hasta un par de horas después de zarpar que Lynna Grice despertó, estando claramente desorientada y confundida. No recordaba lo que pasó después de que Floch le disparó, y casi no podía recordar sobre los recuerdos de Porco que vió.

Todos los presentes le contaron a detalle lo que pasó en la pelea, incluida la información de que el general Magath se había sacrificado para explotar el otro barco y que los Jaegeristas no los alcanzaran. Una noticia realmente triste, pues a pesar de su mano dura para el entrenamiento, siempre fue alguien que veló por el bien de los guerreros.

También le contaron sobre la trayectoria que harían, pues ya le habían sacado esa valiosa información a Yelena.

—Siento que voy a colapsar en cualquier momento —suspiró Lynna, levantándose del suelo para irse adecuando al movimiento de las olas que pegaban contra el barco, que igualmente mareaba.

—Pase lo que pase, estamos juntos, y lo que sea que suceda lo vamos a afrontar como familia —habló Colt, acercándose a su melliza para darle un fuerte abrazo, después jalando a Falco para unirse.

—Gracias, Colt... —susurró la rubia con una sonrisa, sentía mucha paz de tener a su hermano mayor a su lado.
Por una parte, Falco calmaba su corazón, y por otra, Colt calmaba su mente.

Nada podía ser tan malo mientras estuvieran todos juntos, de eso estaba completamente segura.

—¡Armin! —habló Colt en voz alta, y se esperó a que el muchacho se acercara hasta ellos— Empezamos con el pie izquierdo, pero llevas años con mi hermana y eso te convierte en nuestro cuñado, así que eres de la familia también.

—Es un placer —rió Armin ante tal cambio de actitud de Colt, entonces lo abrazó a él y a Falco con su merecido aprecio.

Lynna se acercó hasta Armin con una enorme sonrisa, entonces le dió un beso tranquilizador, un beso que le indicaba que pasara lo que pasara todo estaría bien.

Finalmente la noche cayó, y las estrellas se reflejaban en el mar con claridad.
Era de madrugada, todos dormían, pero Lynna aprovechó para salir a la cubierta a meditar todo lo sucedido y tomar la brisa fresca que ofrecía la naturaleza.

Todo era paz hasta que escuchó la puerta de metal abrirse, entonces vió a Annie Leonhart mirarla con la misma sorpresa que ella la veía. No esperaban encontrarse.

—No sabía que había alguien aquí, volveré después —habló Annie con voz tranquila, pero claramente incomoda.

—No te preocupes, quédate... —suspiró Lynna con cansancio, lo último que deseaba en ese momento de paz era pelear.

Annie se quedó en la baranda mirando al mar, e igual que Lynna, estaba incómoda como jamás en su vida lo había estado, pero sabía que debían de hablar sí o sí.

—Hoy fue tu primera transformación, ¿cómo te sentiste? —preguntó la portadora del Titán Femenino con un leve sonrojo en las mejillas, temía que Lynna no le respondiera y quedar como idiota por haberle hablado.

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⏰ Última actualización: Jun 24 ⏰

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Shock; Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora