El puerto de la Isla Paradis estaba lleno de Jaegeristas, la mayor parte de ellos estaba concentrada ahí; los pasillos, el puente, los tejados, todo estaba repleto.
Parecía que les leyeron la mente a la alianza, y que estaban esperándolos.—Malas noticias, el barco volador tiene explosivos, parece que lo harán trizas muy pronto —informó el general Magath desde una pequeña montaña, viendo la situación con unos binoculares.
—¿No tenemos elección? —preguntó Sasha cabizbaja— ¿Realmente la única salida es matar a nuestros compañeros?
—Serán treinta o cuarenta muertes, no son nada en comparación a los millones que están muriendo por el Retumbar —dijo Annie con completa indiferencia.
Armin y Lynna, que eran los mejores en estrategias de todos los presentes, se estaban poniendo de acuerdo en cuál sería la mejor opción para llegar al bote.
—¿Y si fingimos que estamos de su lado y que queremos ayudar a Eren? —propuso Armin pensativo, pensando en la forma más pacífica de resolver el problema.
—La misión de esos lunáticos es matar o morir, ¿qué te hace pensar que tendrán piedad de nosotros? —contradijo Lynna inmediatamente— Debemos actuar rápido y matar a todos los que se crucen en nuestro camino, es lo único que podemos hacer si queremos evitar que Eren siga destruyendo todo a su paso.
—Creo que tienes razón, pero aún así no lo veo correcto —suspiró el rubio.
—Ahora no se trata de si es correcto o no, situaciones extremas requieren medidas extremas —interrumpió Reiner.
—Entonces hagámoslo, ataquemos de sorpresa y recemos que no exploten el barco en el proceso —opinó Jean.
El resto de los presentes se pusieron al tanto del plan, entonces acordaron que la mejor manera de atacar sería separándose. Los de la legión, los de Marley y los que no participarían en la pelea.
—Esto es una locura... —suspiró Reiner, y después miró a sus compañeras— Un día luchamos contra ellos, y al siguiente luchamos a su lado. No puedo creerlo.
—Siempre supe que no había bandos buenos ni malos, ellos no conocían el exterior y nosotros no conocíamos el interior... —respondió Lynna— Si hubiera habido algún diálogo, si Marley no se hubiera negado a un acuerdo, nada de esto estaría pasando.
—Eso no justifica que tu amiguito Eren esté matando a toda la población —espetó Annie, preocupada principalmente por su padre, que seguía en Liberio aún.
Lynna estaba a punto de responder cuando el sonido de muchos disparos entró en escena, entonces supieron que la pelea había iniciado.
Reiner, Annie y Lynna de inmediato usaron el equipo de maniobras para acercarse hasta la zona de batalla, que estaba sucediendo frente al hotel del puerto. En una rápida evaluación, vieron que los Azumabito estaban dentro del edificio.
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Shock; Armin Arlert
FanfictionUna soldado candidata a guerrera de Marley es enviada a la Isla Paradis para encontrar al Titán Fundador, pero en su búsqueda se enamora de Armin Arlert, uno de los demonios de la isla. La lealtad de Lynna Grice se ve en juego, deberá elegir si qued...