Capítulo 18

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Estaban de regreso en Marley, después de cinco largos años de estar fuera

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Estaban de regreso en Marley, después de cinco largos años de estar fuera.
Su regreso no fue como imaginaban, no llegaron por la puerta de Liberio mientras todos aplaudían su victoria, sino que mantenían oculto a todos el hecho de que habían regresado.

De acuerdo al alto mando de Marley, todo había resultado un maldito caos.
Habían perdido a la guerrera Annie Leonhart, junto con el poder del Titán Femenino que ella poseía, además de haber perdido a Marcel Galliard, que aunque habían traído a la persona que ahora tenía su poder, no quitaba el hecho de que él estuviera muerto.

Los sobrevivientes de la misión se la pasaban noche y día escribiendo a detalle sus informes, no habían tenido oportunidad de ver a sus familiares.
Hasta ese momento solamente se habían encontrado con Pieck Finger y Zeke Jaeger, nadie más.

—¡Está perfecto! —se dijo Lynna a sí misma una vez que terminó de leer su propio informe— Si digo esto, van a permitir que Reiner siga bien.

—Alterar los informes no es muy ético de tu parte, ¿no crees? —habló una voz gruesa detrás de ella, causándole a la rubia un susto de muerte— No era mi intención asustarte.

—Con esa horrible barba es inevitable que me asuste —suspiró Lynna, y le volvió a dar la espalda— Pareces un viejo decrépito de cincuenta años, deberías de rasurarte un poco.

—¡Me lo dicen a menudo! —rió Zeke, y después de unos segundos se puso completamente serio— Supongo que tienes tus motivos para modificar los informes, pero me gustaría saber...

—Son solo detalles —interrumpió la rubia, grapando la hojas que escribió a mano para llevarlas al alto mando.

No tenía intenciones de hablar con Zeke Jaeger bajo ningún término, aún no olvidaba la rara sonrisa que hizo cuando se enteró que el enemigo y objetivo principal era probablemente su medio hermano menor.

Su comportamiento era extrañamente sospechoso, pero de una u otra forma siempre terminaba convenciendo a los demás en sus planes.

—El comandante Magath me pidió decirte que fueras a su despacho cuando terminaras tu reporte sobre la muerte de Galliard —avisó el rubio.

—De acuerdo, entonces voy para allá. Gracias por el mensaje, Zeke.

Caminó distraída hacia la oficina, se preguntaba qué sería de Ymir ahora.
Tenía el deseo de hablar con ella, pero no sabía si le concederían el permiso de entrar a la prisión en la que estaba.

Una vez que llegó, tocó a la puerta y se escuchó dentro un: «¡Adelante!», por lo que abrió la puerta lentamente.
Pero sintió que su corazón se detuvo en ese momento, reconociendo a la persona que estaba sentado ahí.

La última vez que lo había visto fue hace cinco años, el día que partió en barco de Marley con destino a la isla.
Se alegraba mucho de verlo, pero a la vez los nervios la invadieron por completo, mientras sentía que las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

Shock; Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora