Su objetivo era Eren Jaeger, lo sabía desde que indagó a profundidad en la historia de los Jaeger, pero ahora lo tenía más que claro, y por más que intentara protegerlo era imposible desde ese momento, todos habían visto como el muchacho salió de aquel gigantesco titán.
La destrucción de la entrada, la muerte de sus compañeros, ver con sus propios ojos la muerte de Mina, creer que Eren estaba muerto, esa impotencia de que había fallado toda su investigación, encontrarse con el titán que buscaban y ahora esto.
Sin más, Lynna se desmayó, cayendo por suerte en los brazos de Reiner.
Pasaron dos horas, los guerreros se quedaron junto a su compañera para esperar que despertara, era lo menos que podían hacer por ella después de que gracias a su investigación habían logrado algo después de cinco años.—¿E-Eh...? —poco a poco Lynna fue despertando, sintiendo como si todo a su alrededor diera mil vueltas— ¿Fue todo un sueño? ¿Q-Qué pasó?
—Tranquila, Lynna... —Reiner le puso una mano en el hombro— No fue un sueño, te desmayaste después de que Eren salió de ese titán, ¿lo recuerdas?
—Te trajimos aquí para esperar a que despertaras, y poder hablar de lo que haremos con Eren —explicó Bertolt.
—¡Lynna, maldita idiota! —en cuanto Annie entró a la habitación y vió que la rubia de menor tamaño estaba despierta, se lanzó sobre ella para golpearla— ¡Tú siempre supiste que era Eren, lo sabías y no dijiste nada!
—¡Déjala! —Reiner una vez más protegió a Lynna, alejando a Annie de ella— Estoy seguro de que no lo sabía, por eso se desmayó de la impresión.
—Claro que sabía que era Eren, sólo faltaba comprobarlo —dijo Lynna.
Los guerreros la miraron asombrados, no tenían idea de qué decir, tal vez ni siquiera Annie esperaba que aceptara la responsabilidad y culpa tan rápido.
Pero el primero en hablar fue Bertolt:—¡Nos hiciste perder el tiempo por encubrirlo, maldita traidora!
—No puedo protegerte más, Lynna, ahora dudo de verdad tu lealtad hacia nuestra nación —habló Reiner.
No tenía cómo defenderse, todos estaban en su derecho de enojarse, realmente les ocultó la verdad por encubrir a su mejor amigo.
Salieron de donde estaban y se dieron cuenta de que precisamente habían convocado a todos los soldados para decirles qué hacer ahora, tenían una nueva y muy importante misión.
En lo más alto de la muralla estaban Armin, Eren y Mikasa junto a los soldados de la tropa estacionaria.
Les dijeron que Eren era resultado de un experimento militar, por lo que era capaz de transformarse en un titán a voluntad. Él sellaría con una roca gigante la entrada, y el deber de los soldados era protegerlo.—¿Qué hacemos? —preguntó Bertolt.
—De momento nada, hay que hacer lo que nos dicen y proteger a Eren en lo que cubre la entrada —dijo Lynna con seriedad— No podemos levantar sospechas, lo buscaremos cuando lo haya logrado y lo llevaremos.
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Shock; Armin Arlert
FanfictionUna soldado candidata a guerrera de Marley es enviada a la Isla Paradis para encontrar al Titán Fundador, pero en su búsqueda se enamora de Armin Arlert, uno de los demonios de la isla. La lealtad de Lynna Grice se ve en juego, deberá elegir si qued...