Capítulo 17

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El portador del Titán Acorazado ya no podía con tantas cosas en su cabeza, la Legión de Reconocimiento rescató a Eren Jaeger con éxito y, no conformes con eso, ahora Armin se había llevado a Lynna Grice con ellos

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El portador del Titán Acorazado ya no podía con tantas cosas en su cabeza, la Legión de Reconocimiento rescató a Eren Jaeger con éxito y, no conformes con eso, ahora Armin se había llevado a Lynna Grice con ellos.

Pero no lo permitiría, aún si Lynna no representaba una gran pérdida para Marley, para él si lo sería.
La prioridad de Reiner ahora era rescatarla, no quería imaginarse a Lynna sufriendo el mismo destino que Annie Leonhart.

Con todas sus fuerzas quitó uno a uno los titanes que intentaban devorarlos, y los lanzó a la legión.
Ubico a lo lejos el caballo en el cual iba Armin, sujetando a Lynna para evitar que esta escapara, y lanzó un enorme titán que los hizo volcarse del caballo y caer violentamente al piso.

—¡M-Maldita sea, A-Armin! —exclamó Lynna sosteniéndose el brazo, se lo había roto— ¡¿Cuántas veces debo repetirte que soy su enemiga?!

—Sabía que no les dirías lo de Annie, pensarán que tú no los traicionaste, sino que ella nos dió información, y pensarán que no te quedas por cuenta propia sino que "te capturamos".

Se quedó pensativa, era una buena idea, debía de admitirlo, pero...
No quería hacerlo, a pesar de que apreciaba de verdad a sus amigos de la isla, quería ver a sus hermanos, y tenía que hacerse responsable de la misión a la que fue encomendada.

—No puedo hacerlo, Armin...

—Pero, nosotros... —musitó Armin, ignorando lo que pasaba alrededor.

Antes de que Armin pudiera decir lo que fuera, Lynna lo besó con ternura.
Los dos tenían lágrimas en sus ojos, sabían perfectamente que ese sería un adiós definitivo, aquel que pondría fin a su larga pero joven relación.

El cielo anaranjado era hermoso en su totalidad, pero había un infierno justo debajo de él, los titanes atacaban por igual a la legión y a los guerreros.
Muchos estaban muriendo, otros ya habían perdido la esperanza, pero a pesar de todo el tiempo se detuvo mientras ellos se besaban.

En ese momento se separaron, y sus miradas se cruzaron por última vez.

—Te amo.

Lynna no perdió más tiempo, y aún si era imposible atravesar el campo lleno de titanes, corrió en dirección al Titán Acorazado, que aún a distancia la notó y se dirigió a ella también.

En ese instante un titán excéntrico salió del bosque corriendo, y al ver a Lynna se lanzó sobre ella como si fuera la comida que tanto anhelaba.
Abrió su gigantesca bocaza mientras sujetaba a la rubia con una mano, pero antes de darle el mordisco que arrancaría su cabeza, se detuvo.

Todos los presentes sintieron una fuerte punzada en la columna, como si todos conectaran en ese momento.
El titán soltó a Lynna y la ignoró, se dirigió corriendo hacia otra parte del campo, en la que de lejos reconoció que estaban Eren y Mikasa.

Shock; Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora