Capítulo 41

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La pelea de Eren contra Reiner estaba siendo brutal, ambos se hacían tanto daño que era una batalla de resistencia más que de fuerza

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La pelea de Eren contra Reiner estaba siendo brutal, ambos se hacían tanto daño que era una batalla de resistencia más que de fuerza. Por suerte para Reiner, tenía el apoyo del Titán Mandíbula, aunque Eren no cedía por nada del mundo.

El joven Jaeger tenía ventaja, y lo demostró cuando rompió el rostro acorazado de Reiner de un golpe.
De igual forma, en cuanto Porco se lanzó hacia él, lo tomó de la cabeza listo para estamparlo contra el suelo.

Pero el destino de Porco Galliard no se cumplió, pues una lanza relámpago le explotó la mano al Titán de Ataque antes de que pudiera lastimarlo.

—¡No lo tomes personal, Eren! —exclamó Lynna mientras volaba cerca de él con el equipo de maniobras.

—¡Maldita...! —Eren soltó un fuerte rugido con su titán, y entonces estiró el brazo para intentar tomar el cuerpo de la rubia en el aire, pero no lo logró.

—¡Eso es, manténlo distraído! —dijo Porco en su mente, como si de esa forma pudiera comunicarse con su prometida.

Lynna estaba decidida, pues aunque valoraba sus recuerdos con Eren, si Zeke aparecía y decidía gritar, sería su fin.
No podía permitir que lograran su plan.

La rubia, que se había vuelto más ágil que nunca desde que usó el equipo de maniobras anti-persona por primera vez, logró colocar el resto de sus lanzas relámpago en la nuca del Titán de Ataque.

El cuerpo de Eren se desplomó en el suelo, y el humo comenzó a salir de la nuca.

—¡¿Lo logró?! —gritó Reiner desde su titán, incrédulo de que tan rápidamente Eren haya sido derrotado.

—¡Eren Jaeger cayó! —celebró el general Magath, que observaba la situación con unos binoculares desde la muralla.

—¡No! —gritó Yelena, que observaba la pelea desde el tejado del cuartel general.

Pero era muy pronto para cantar victoria, pues cuando Lynna se acercó a la nuca explotada del titán, encontró a Eren Jaeger casi completamente ileso.

—Así que ya decidiste tu bando —dijo con indiferencia Eren, clavando su mirada verdosa en los ojos ajenos.

—No arriesgaré mi pellejo por tí —le respondió Lynna, sacando su cuchilla y poniéndola en el cuello del chico.

—Yo lo hice por tí, pude hablar cuando te ví detrás de mí en las escaleras.

Al escuchar eso, la duda se apoderó del corazón de la muchacha. Pero tener esa debilidad en el campo de batalla fue su perdición,  pues Eren aprovechó para volverse a transformar en el Titán de Ataque y continuar peleando.

Ella se quedó inmóvil, sobre el titán de Eren que ya se deshacía. Había perdido su oportunidad de matarlo de una vez por todas, quizá no volverían a tener la misma suerte y, si pasaba algo malo ahora, sería totalmente su culpa.

Shock; Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora