Capítulo 29

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Las primeras horas juntos fueron de lo más incómodas, todos miraban al suelo sin decir una sola palabra

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Las primeras horas juntos fueron de lo más incómodas, todos miraban al suelo sin decir una sola palabra. Por suerte la conversación comenzó a fluir cuando Jean, Connie y Sasha hablaron sobre la época de cuando eran sólo reclutas.
A pesar de la traición y de las múltiples peleas, esos recuerdos eran felices.

—Es bastante raro recordar que en algún momento fuimos mejores amigos, antes de que intentaras asesinarme —habló Eren llegada más entrada la medianoche, él había tomado asiento junto a Lynna.

—Intenté salvarte más veces de las que intenté asesinarte... —respondió la joven rubia con melancolía, recordando lo difícil que fue tomar decisiones en ese momento— Pero no sabía si lo correcto era traicionarlos a ustedes, o traicionar a mi nación. En todo caso me arrepiento, siento que la muerte de Armin fue mi culpa.

—La muerte de Armin... —dijo Eren pensativo, sin saber si lo correcto era decirle la verdad y liberarla de aquella culpa, o continuar con la farsa hasta que ella lo descubra por su propia cuenta.

En ese momento el capitán Levi se levantó de su asiento y se acercó hasta donde estaban todos hablando, logrando que con su presencia se callaran.

—Armin Arlert está vivo, Lynna.

—¿Qué? —la muchacha abrió sus ojos con sorpresa, sintiendo un escalofrío recorrer todo su cuerpo, siendo invadida por una ansiedad indescriptible— Yo misma ví su cuerpo, ¿de qué habla...?

—¿Nunca te preguntaste qué pasó con Bertolt Hoover? —habló Levi indiferente como siempre, mirándola directamente a los ojos— Teníamos en nuestro poder una inyección capaz de transformar en titán a alguien, yo decidí que ese alguien fuera Armin Arlert. Él, siendo titán, devoró a Bertolt y heredó su poder.

—¡¿De qué habla?! —Lynna se levantó de golpe, haciéndole frente a su superior; sentía que se desmayaría en cualquier momento— ¡¿Armin está vivo, Armin heredó el poder del Titán Colosal?!

Todos estaban callados observando la situación, para empezar no entendían por qué Levi Ackerman se decidió por decirle la verdad a "una enemiga".

—Muy gracioso, capitán, ¡pero si Armin estuviera vivo estaría en este momento junto a los demás! —espetó Lynna con enojo, sintiendo que sólo se estaban burlando de ella y sus sentimientos.

—¡Es la verdad, Lynna! —exclamó Sasha tratando de detenerla, pues la rubia se disponía a abandonar la habitación.

Para su suerte, en el momento en el que Lynna abrió la puerta de esa sala, se encontró de frente con un joven alto, de corto cabello rubio y hermosos ojos azules que recordaban el mar.
Él también estaba abriendo la puerta, había regresado de su inútil viaje a la costa, pero la persona a la que buscaba estaba frente a sus ojos.

Se miraron sorprendidos por largos segundos, y las lágrimas se formaron en los ojos de ambos.

—¡ARMIN! —exclamó Lynna mientras dejaba caer su llanto sin control alguno, lanzándose a los brazos de su antiguo amado para abrazarlo con fuerza.

Shock; Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora