Una soldado candidata a guerrera de Marley es enviada a la Isla Paradis para encontrar al Titán Fundador, pero en su búsqueda se enamora de Armin Arlert, uno de los demonios de la isla.
La lealtad de Lynna Grice se ve en juego, deberá elegir si qued...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por tercera vez consecutiva Lynna se despertó sobresaltada, una vez más soñando con el titán que se comió a Marcel frente a ella. Se preguntaba siempre después de despertar el qué habrá pasado con la persona que heredó al Titán Mandíbula aquel día.
Era de noche todavía, pero no tenía el más mínimo deseo de volver a dormir por el miedo de volverlo a soñar. Se levantó de la cama y cuidando no despertar a nadie del dormitorio salió de ahí, caminando sigilosamente.
Los guerreros se unieron a la Legión de Reconocimiento para poder estar cerca de su objetivo: Eren Jaeger, a excepción de Annie, que se mantuvo firme en entrar a la Policía Militar. El solo ver las estrategias para matar titanes le hacía sentir asco, siempre recordaba la imagen de aquel titán que se comió a Marcel y también a su mejor amiga Mina Carolina.
—¿Qué haces aquí? —se escuchó una voz detrás de ella, tan suave y dulce que era fácil de reconocer: Armin.
—¿A-Armin? —dijo Lynna nerviosa, sonrojándose de inmediato— Tuve una pesadilla de nuevo, quise salir a tomar un poco de aire fresco.
Ambos se quedaron en silencio un par de minutos, hasta que Armin habló:
—Sé que no ha habido mucho tiempo para estar juntos, además vimos cosas horribles aquel día, te doy todo el espacio que necesites pero recuerda que no debes cargar con todo tu sola.
—Armin... —musitó Lynna, y se abrazó del cuello de su novio con cariño— T-Te amo...
Se besaron en repetidas ocasiones con cariño, dejándose tímidos besos en el cuello también. Sólo él era capaz de sacar la luz en Lynna cuando ella estaba consumida por la obscuridad.
El día de la expedición se acercaba, y el plan era que Annie se infiltrara en las filas de la legión para atacar a Eren Jaeger estando desprevenido. Se infiltraría quedándose junto a Lynna en el flanco derecho.
La mañana antes de la expedición se despertó temprano, y revisó con gran detenimiento cada detalle que entre los cuatro habían planeado.
—¿Por qué la posición de Eren sale en el flanco derecho? —se preguntó Lynna a sí misma mientras terminaba el plan— No tiene sentido, la parte más segura de la formación es en el centro, con el capitán Levi, ¿acaso...?
—¿Qué haces, rarita? —sintió la sangre helar cuando escucho esa voz, no sabía por qué pero le tenía un muy mal presentimiento— ¡¿Por qué me miras así, imbécil?!
—Ymir... —fue lo único que pudo susurrar Lynna, estando en shock. ¿Por qué le tenía miedo siempre que la veía, si ella no le hizo nada?
Lynna de inmediato le pasó por un lado y se fue corriendo, no entendía aquel sentimiento de miedo que le daba sólo cuando veía a Ymir. Horas más tarde se reunió con Reiner, Bertolt y Annie. Estaba por iniciar la expedición, era momento de iniciar con su plan de llevarse a Eren.
