Capítulo 9

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Había pasado un año más, ahora los integrantes de la tropa estaban a punto de graduarse como soldados de la Isla Paradis

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Había pasado un año más, ahora los integrantes de la tropa estaban a punto de graduarse como soldados de la Isla Paradis.
Pero además el plan de recuperar al Titán Fundador avanzaba lentamente por culpa de Lynna, que no permitía a sus compañeros averiguar la verdad, pero ellos ya sospechaban de ella.

—¡Siempre que estamos un paso más cerca, haces que retrocedamos! —se quejó Annie, azotando a Lynna contra la pared— ¡Deja de jugar con nuestro tiempo, maldita traidora de mierda!

—¡¿Q-Quieren e-escucharme?! —gritó Lynna, tratando de quitarse las manos de Annie del cuello, que intentaba asfixiarla por completo.

—¡Déjala en paz, Annie! —dijo Reiner, y empujó a la rubia de ojos azules para que dejara a Lynna— Yo confío plenamente en tí, ¿qué tienes por decir en cuanto a la investigación?

—¡Te recordamos que por eso estás aquí, ni siquiera eres la portadora de un titán! —le dijo Bertolt.

—¡Estoy segura que aparecerá si vuelve a haber una destrucción de la muralla! —dijo Lynna sin pensar en las consecuencias y el poder de sus palabras— La última aparición del Titán Fundador fue cuando nosotros destruimos las murallas, entonces volverá a aparecer si se repite.

—¿Destruir la Muralla Rose, ese es tu plan? —preguntó Reiner.

—No, si destruyen Rose el problema se hará más grande y podemos volver a perder el rastro. Propongo destruir la entrada del Distrito Trost, ya que estaremos ahí después de nuestra graduación como soldados.

Los tres guerreros se quedaron en silencio, realmente creyeron que su compañera era una traidora; ahora era sorprendente que propusiera un plan así. Después de todo, ya vieron con sus propios ojos la masacre que hicieron cuando destruyeron la Muralla María al llegar de Marley.

—Son conscientes de que sus amigos morirán, ¿no? —dijo Annie con total frialdad, sabiendo que Reiner, Bertolt y Lynna tenían relaciones cercanas con los miembros de su tropa.

—Es nuestro deber —respondió Reiner cabizbajo— Somos guerreros.

Los días posteriores dedicaron todo su tiempo a planificar qué haría cada quien, y cuál sería su fachada, igual qué harían en el caso de que el Titán Fundador realmente apareciera.

Sería una masacre, y Lynna no estaba lista para volver a ver algo así.
Su graduación se acercaba rápido, por lo que faltaban pocos días para llevar el plan a cabo y deshacerse de la vida que llevaron los últimos cinco años.

—¡Entreguen sus corazones! —el decir eso le indicaba a los soldados que debían poner sus puños en el corazón como símbolo de respeto— Para ustedes novatos que se gradúan hoy, ahora de abren tres caminos frente a ustedes: Guarnición, Legión de Reconocimiento y la Policía Militar.

El tan esperado día de la graduación había llegado, los cadetes debían de elegir su rumbo. Pero Lynna sabía que ya no debían ir a la Policía Militar para estar cerca del rey, porque su objetivo principal entraría en la Legión de Reconocimiento.

Shock; Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora