CHAPTER SEVEN.

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En cuanto llegamos a la mansión todos bajaron del auto y cada uno se fue a sus respectivas habitaciones.

- Por qué no me habías contado sobre lo que te hizo ese bastardo -

- No lo creía necesario. Mikey perdóname -

- Tranquila ya estás conmigo- respondió abrazándome. Después me dió un pequeño beso y me sentó en la cama. - Dime dónde te toco -

- No quiero recordar eso -

- No te preocupes, ahora yo te haré olvidar todo lo que él te hizo- dijo para después comenzar a besarme desesperadamente. Comenzó a quitar mi ropa y también yo comencé a quitarle su ropa. Lo primero en desaparecer fue su saco junto a su camisa, ví como llevo sus manos a mi espalda e intentó bajar el cierre, pero comenzó a desesperarse por lo que escuche como se rasgo la tela.

- Mikey el vestido -

- No te preocupes por eso, hay suficiente dinero como para comprar toda la tienda si quieres- dijo y volvió a besarme. Solté un suspiro cuando su mano tocó mi intimidad por encima de la tela de las bragas. Así que lleve mis manos a su pantalón y comencé a desabrocharlo.

[•••]

A la mañana siguiente me desperté ya que escuche como tocaron la puerta.

- Señorita, el desayuno está listo -

- Ya voy gracias por avisar- respondí y me di la vuelta para abrazar a Mikey, pero en su lugar abrace una almohada. Me senté en la cama y logré ver nuestra ropa tirada en el piso, así que me levanté y camine hasta donde estaba mi ropa interior y me puse la camisa de Mikey para bajar a desayunar.

En el comedor se lograba escuchar la voz de una chica.

- Buenos días -

- Tú debes ser la mujer de Mikey, no es así -

- Sí, ¿Tú quién eres? -

- Perdona mis modales, soy Nara Haitani -

- Cómo los Haitani, acaso eres su hermana -

- No, soy la esposa de Rindou- asentí y tome su mano dándole una sonrisa. - Mikey me pidió que me quedara contigo -

- ¿Salió? -

- Así es, pero no estamos solas también se quedaron Kakucho y Sanzu -

- Ya veo, quieres acompañarme a desayunar -

- Claro- ambas nos sentamos en la mesa y al poco rato llegaron las muchachas con el desayuno.

- Se les ofrece algo más -

- Por el momento estamos bien gracias- respondí regalandole una sonrisa.

- Veo que anoche la pasaste bien. Tranquila de todos modos ustedes pronto van a casarse -

- Que se siente ser esposa de alguien tan poderoso como ellos -

- Te acostumbras, para mí fue un poco raro ya que deje de trabajar y Rindou comenzó a comprarme mis cosas, incluso me he ido de viaje -

- Ya veo -

- Para ti debe de ser difícil, escuche que trabajabas para ti y por ti -

El sucesor de Bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora