El sucesor de Bonten

CHAPTER SIXTY FOUR.

~Mikey~

──¡Maldita sea!

──Rindou tu hija

──¿Qué pasa con ella?

──Está sangrando

──¡Rápido tenemos que salvarla!

──Yuri

~Akane~

──Maldita sea, estábamos a punto de atraparlos

──Pero habrías muerto

──Eso no importa, tenemos que acabar con Manjiro y su banda de criminales

──¡Akane ven a ver esto!

──¿Qué sucede?

──Hay tres tumbas aquí

──Está tiene el nombre de Nara Haitani

──Tengo a estos dos, son un doctor y una enfermera

──Por favor no nos hagan nada, les juramos que nunca hicimos nada malo

──Llevenlos a la estación, después nos encargamos de ellos

──Muchas gracias señorita

──Revisen la casa, cuarto por cuarto no dejen ni un solo rincón sin revisar

──¿Qué hacemos con esto?

──Llamen a un forense. Y no quiero a la prensa cerca de aquí así que háganlo en silencio

──Entendido

──Veamos que tesoros nos dejó tu hermano, Shinichiro── murmuré sacando una foto de mi bolsillo y la volví a meter.

──Habían muchas habitaciones, dos de ellas eran ocupada por mujeres y había una alcoba de bebé

──Lo raro es que nunca vimos salir a una mujer con un bebé

──Entonces revisen de nuevo. ¿Qué es eso?

──Es como una puerta

──Abrela── una vez que mis hombres abrieron la puerta entramos y un olor a putrefacción nos hizo revolver el estómago.

──Que asco

──Parece que se les olvidó enterrar a alguien

──Es un cuarto de tortura

──Asi es, pero ¿Por qué dejarían que un cadáver se pudra aquí?

──Quizá los traicionó

──Saquen toda la evidencia y vámonos de aquí── ordene y todos comenzamos a salir. Una vez en la sala logré ver varias armas, paquetes de droga y mucho, mucho dinero.

──Al parecer no les dió tiempo de sacar todo su dinero

──Vámonos de aquí── una vez que nos fuimos y llegué a la estación, comencé con el interrogatorio. ──Bien, podría decirme ¿que hacia en esa casa?, ¿Cómo llego?