El sucesor de Bonten

CHAPTER FOUR.

Comencé a abrir mis ojos lentamente y cuando los abrí por completo logré ver qué estaba en un cuarto completamente oscuro.

- Ya despertaste- esa voz me hizo dar un brinco en la cama y rápidamente me levanté logrando ver a alguien sentado frente a mi.

- Mikey- hable y en eso la persona se levantó y camino hasta mi donde logré ver su cara. No cabía en mi de emoción y alegría, por fin después de tanto tiempo volvía a ver a mi amigo de la infancia. Sin esperar más tiempo lo atraje a mi y lo abrace.

- Por qué me dejaste solo -

- Mikey en verdad lo siento, jamás quise dejarte solo- le respondí dándole un beso en la mejilla, él llevó sus manos a mis mejillas y acercó sus labios a los míos instintivamente cerré mis ojos y fui acercando mis labios a los de Mikey.

- No sabes lo mucho que te extrañe, por favor no vuelvas a dejarme solo -

- Ya no lo haré- respondí y el rubio acortó la poca distancia que había entre nosotros. Unos toques en la puerta nos hicieron separarnos, por lo que me abrace al torso de Mikey dejando que su aroma llegara a mis fosas nasales.

- Mikey tenemos que hablar -

- Ya voy- respondió y tomo mi cara para que lo volteara a ver. - Tengo que salir, me puedes esperar aquí -

- Claro- dejó un suave beso sobre mi cabeza y salió del cuarto. Yo encendí la luz y comencé a recorrer la habitación, era bastante amplia, tenía dos puertas las cueles llevaban a un vestidor y también a un closet, tenía su propio baño, un televisor, un sofá, la cama era bastante grande. Me recosté sobre la cama y espere un rato, pero Mikey no entraba a la habitación así que decidí salir a buscarlo.

La casa era mucho más grande de lo que imaginaba y también tenía varias puertas, abrí todas pero no lograba encontrar a Mikey, por lo que subí a la planta de arriba, había una puerta y por ella se escuchaba como hablaban sobre la supuesta muerte de Mikey. 

La puerta fue abierta y por ella salieron varios chicos, de los cuales sólo logré distinguir a Sanzu y a Takeomi.

- Que hace ella aquí -

- Se va a quedar conmigo -

- Por qué trajiste a la hermana de Wakasa a la mansión -

- Por qué quiero, eso no debe de importarles a ustedes -

- Por lo menos comparte, Manjiro- hablo un chico de cabellos blancos y todos sacaron sus armas, Mikey me puso detrás de él y el chico soltó una risa. - Es bastante linda como para que quieras tenerla aquí encerrada -

- Alejate de ella, Hideki -

- O si no que -

- Haré que te maten, ella será mi esposa -

- No creo que acepte casarse con un criminal tan buscado como tú- hablo y se acercó a dónde estábamos nosotros. - O si linda -

- Hideki alejate de Mikey y de la chica -

- Cómo quieran, pero hay que aprender a compartir- un chico de cabellos lilas y mechas negras tomo al tal Hideki del hombro y lo llevó hasta el elevador. Antes de que las puertas se cerrarán logre ver cómo me sonrió y guiño un ojo.

- Ve que él salga de la casa, yo me iré a dormir- Mikey tomo mi mano y ambos caminamos hasta la habitación, al entrar se quitó el saco y su playera y se sentó en el borde de la cama.

- Estás bien- pregunte acercandome a él.

- Sí, sólo que estos temas hacen que me moleste -

- Quieres dormir- sugerí mientras me sentaba a su lado. Mikey se levantó de la cama y camino hasta el closet, donde saco una pijama y la puso en la cama.

- Es para que duermas cómoda- asentí y ví como se dió la vuelta y yo comencé a quitarme la ropa. Cuando termine él camino hasta la cama y se acostó yo imite su acción y me recosté a su lado.

- Así que seré tu esposa -

- Sí- respondió y dejo un beso en mis labios, lleve mis manos detrás de su nuca y el puso sus manos sobre mi cintura para acercarme más a él.