CHAPTER SEVENTY ONE.

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Había pasado ya un día desde el nacimiento de Sofía, Daniel llegó al hospital en cuanto se enteró y hoy por fin podría ver a mi bebé.

──¿Están listos papis?

──Claro── respondió Daniel y la puerta se abrió dejando ver una incubadora y la enfermera nos sonrió para después entregarnos a Sofía.

──Es un milagro que hayan sobrevivido las dos

──¿Qué me pasó?

──Tuvo una hemorragia interna y entro en paro cardíaco, su bebé casi no respiraba bien debido a que tenía líquido en sus pulmones. Debería de estar bastante agradecido

──Gracias por salvar a mi familia── respondió Daniel y se sentó junto a mi en la camilla para ver a Sofía. ──Es una niña muy bonita

──Se parece a ti

──Si── respondió y a los pocos minutos entro mi suegra acompañada de Hizashi.

──Ya llegamos, puedo ver a la niña

──Claro── respondí y le extendí mis brazos para que la tomara.

──Es tan pequeña, no puedo creer que ambas estén con vida── luego de un rato dónde le di de comer a Sofía las enfermeras se la llevaron de nuevo para mantenerla en revisión.

──Es muy probable que se queden aquí durante el primer mes de vida, debido a la condición de la bebé y a su paro cardíaco

──Las mantendrán aquí para checar las constantemente── respondió nuestro doctor y Daniel asintió con la cabeza.

──Todo estará bien verdad

──Claro, no se preocupe señor, su hija y esposa son bastante fuertes

──Bien, entonces Shion lleva a mi mamá y a Hizashi a la casa trae ropa para Narumi y la bebé y ropa para mi también me quedaré con ellas en el hospital

──Entendido señor

──¿Estás seguro?

──Claro que lo estoy, me voy a quedar aquí y cuidare de ellas── respondió dejando un beso en mi frente. Al día siguiente las enfermeras me cambiaron de habitación a una más amplia dónde me dijeron que aquí podía recibir visitar y Daniel dormiría cómodo.

──¿Quiere ver a su niña?

──Si── respondí con emocion y la enfermera me ayudó a pararme, para después traer una silla de ruedas y llevarme hasta el área de neonatología, donde ví a muchos bebés y a sus padres.

──Es ella

──Es la más pequeña

──Asi es, la dejaré aquí en lo que recojo su habitación y le llamo a su esposo── asentí y la enfermera se marchó, justo en eso llegó una mamá y me saludo.

──Hola

──Hola

──¿Madre primeriza?

──No, es mi segundo bebé

──Vaya, ¿Y cuál es?

──Es ella, la más pequeña de todos

──Es muy bonita

──Gracias

──Narumi ya estoy aquí

──Hola cariño

──¿Él es tu esposo?

──Así es, se llama Daniel── nos quedamos un rato más charlando con la señora la cual nos comentó que mañana la darían de alto y regresaría con su esposo y sus tres pequeños. Al medio día llegó mi suegra acompañada de Hizashi y nos llevaron a Sofía a la habitación. Mi suegra y Hizashi se quedaron el resto de la tarde y a las seis en punto se tuvieron que ir.

──Te amo mucho mi niño, por favor pórtate bien ¿Si?

──Si mami, adiós papi── Hizashi le dió un abrazo a Daniel y después se fueron. Así se pasaron mis tardes en las tres semanas que estuve ahí. Debido a que Sofía y yo nos recuperamos pronto nos dieron de alta antes de que se cumpliera el primer mes y en dos días estaríamos de regreso en México.

──Vámonos de aquí

──Me gustó mucho estar aquí── respondí con una sonrisa y Daniel tomo la silla de ruedas para después salir del hospital e ir directo a la casa.

──Mi mamá y Hizashi les prepararon una sorpresa

──Que lindo── respondí con una sonrisa, cuando llegamos a la casa Hizashi corrió a ver a su hermanita. En la tarde llegaron los amigos de Akane y conocidos de Daniel en Tokio para conocer a Sofía. Durante la noche Daniel estuvo empacando nuestras cosas y metiendolas en el auto.

──Los chicos están emocionados por conocer a Sofía

──Estoy ansiosa por volver a casa

──Narumi

──¿Qué pasa?

──Crei que te iba a perder, cuando llegue y vi que los doctores intentaban revivirte sentí como mi mundo se vino abajo. Por favor nunca me dejes, no podría vivir sin ti

──Tranquilo, jamás me iré de tu lado── respondí con una sonrisa y le di un beso en los labios, una vez termino de acomodar las maletas nos acostamos y quedamos completamente dormidos.

El sucesor de Bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora