CHAPTER SIXTY ONE.

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Habíamos llegado justo a tiempo y ya solo faltaba que llegara Susan para que la boda comenzará.

──¿Y Hizashi?

──Se ha quedado en casa con mi suegra

──Y yo que tenía ganas de verlo

──Bueno prefirió una noche de películas con mi madre que venir a una boda── respondió Daniel poniéndose a mi lado. Justo en ese momento llego el auto y de este bajo Susan acompañada de su padre.

──Te ves hermosa

──Tú igual amiga

──Anda, vayamos a qué te cases con el hombre de tus sueños── respondí y las dos entramos a la iglesia. La misa comenzó después de unos minutos y al terminar fuimos saliendo de la iglesia.

──Muchas felicidades

──Gracias

──¿Y Simón?

──A lo mejor y ya está en el salón, sabes que no le gusta nada de lo religioso

──Bien entonces vayamonos── dijo Alejandro y nosotros asentimos para después subir al auto. Una vez que llegamos al jardín los invitados que ya se encontraban ahí lanzaron pétalos de rosas blancas y arroz. Los fotógrafos nos hicieron formarnos cerca de un fondo blanco para tomarnos fotos, las cuales nos las darían al finalizar la celebración.

Una vez que terminaron de tomarnos fotos nos sentamos en una mesa cerca de la de los novios y poco después nos empezaron a traer la comida, la familia de Susan se sentó junto a nosotros y su madre comenzó a platicar conmigo.

──Mucho gusto soy Emilia, la madre de Susan ella me contó que estás casada con Daniel

──Mucho gusto señora yo soy Narumi, y es cierto

──Vaya, así que atrapaste al pez gordo. Nunca me imaginé que ese muchacho se fijaría en alguien... así

──¿Disculpe?

──Ya sabes, asiática con el cabello largo, aún estando casada y con un hijo. Eso se ve mal ¿sabes? y delgada── respondió viéndome de arriba hacia abajo.

──Bueno, no lo sabía

──Yo tenía en mente a mi pequeña Marlene como su esposa

──Ya veo── justo en ese momento apareció una muchacha un poco más chica que yo y se sentó enmedio de su mamá y de mi.

──¿Y esta quien es?

──La esposa de Daniel

──Mucho gusto

──Tiene que ser una broma

──No hija, no es una broma. Daniel se casó con ella, pero te puedo asegurar que fue porque está le enjareto un hijo

──Ya regresé, veo que ya conoces a la mamá y hermana de Susan. Señora Emilia, Marlene

──Hola Dani

──Si── respondí con una falsa sonrisa y tome el brazo de Daniel para después acercarme a su oído y susurrar: ──Me caían mejor cuando me las imaginé

──Así son ellas, con el tiempo aprendes a tolerarlas

──¿Y tu mamá?

──Se ha quedado en casa con nuestro hijo

──Así que es cierto que te casaste con ella

──¿Quieres ir a bailar Narumi?

──Claro amor── respondí tomando su mano y los dos nos alejamos de la mesa para ir a la pista de baile. ──Gracias

──No hay de que

Pasamos un buen rato bailando hasta que vimos como un señor se sentó junto a ellas y empezó a hablar con la señora.

──Ven vamos a saludar al señor

──Daniel, hijo que bueno verte y está señorita

──Ella es mi esposa, Narumi Edgar, Edgar Narumi

──Mucho gusto señor

──Tú eres la amiga de Susan, nos contó mucho de ti. Dice que eres una gran persona

──Muchas gracias

Luego de varias platicas más, música diferente y varios bailes llegó el momento de aventar el ramo, así que todas nos pusimos detrás de Susan y esperamos a que ella lo aventará, en cuanto lo lanzo varias invitadas comenzaron a empujarse y el ramo cayó en mis manos.

──Felicidades, tendrás que casarte con Daniel por segunda vez── respondió la esposa de Simón y yo comencé a reír. Minutos después de que partieron el pastel todos nos fuimos a despedir de ellos ya que se irían a su luna de miel.

──Disfruta mucho tu viaje

──Ya sabes a dónde van a ir

──Aun no, dijo que es una sorpresa

──Bueno, avísanos cuando lleguen y pásatelo increíble── las tres nos dimos un abrazo y después de despedirnos volvimos a nuestra mesa donde los papás de Alejandro y Susan agradecían a todos los invitados por su compañía. En cuanto las personas comenzaron a irse Daniel y yo fuimos a despedirnos de los padres de Alejandro y después nos fuimos a la casa.

Cuando llegamos todo estaba a oscuras así que abrimos la puerta sin hacer mucho ruido y caminamos hasta nuestra recamara donde comenzamos a quitarnos la ropa.

──En mi vida había conocido personas tan odiosas

──Me lo imaginé, sólo espero no volver a verlas

──Ahora entiendo por qué se esperaron tanto tiempo para casarse

──La señora es así, en cambio su papá es más comprensivo── respondió poniéndose detrás mío y comenzando a bajar el cierre del vestido para después hacer un camino de besos por toda mi espalda. ──Sabes que te amo mucho verdad

──Si eso ya lo se── respondí dándome la vuelta y comencé a besarlo.

El sucesor de Bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora