CHAPTER SEVENTY SEVEN.

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~Yuri~

Volví a escuchar un intento de grito, así que me levanté de la cama y sali de mi habitación siguiendo el ruido de los gritos y golpes contra el suelo producidos por la pata de una silla. Una vez que encontré el cuarto de dónde provenían los gritos tome valor y abrí la puerta de golpe.

Al hacerlo la imagen de dos niños amarrados a dos sillas y amordazados me hizo tenerle miedo incluso a mi propio padre.

──Oh Dios mío── dije y entre a la habitación para después quitarles los trapos de sus bocas. ──¿Están bien? ¿Quienes son ustedes?

──Hermanito tengo miedo

──No te preocupes Sofí, saldremos de aquí── respondió el niño, así que me acerque a la mesa donde tenían todas su cosas de tortura y comencé a buscar algo para quitarle los lazos con los que estaban amarrados. Cuando estaba por terminar el niño se quedó quieto y escuché varios pasos adentrarse a la habitación.

De repente solo sentí como me alejaron de la silla y vi el rostro de Sanzu.

──¿Qué crees que estás haciendo?

──Liberando a esos pobres niños, ahora se dedican a secuestrar seres inocentes

──No te metas en lo que no te importa

──Ellos son inocentes

──Ellos son los hijos de Narumi

──¿Conocen a mi mamá?

──Eso no es cierto. ¿Él es hijo de Mikey?

──¿Qué están haciendo aquí?

──Mikey── dijo Sanzu e hizo una reverencia, en cuanto él entro se quedó quieto viendo al niño.

──Hijo── seguido de eso fue a abrazarlo.

──Suéltame tú no eres nada mío

──Claro que lo soy, soy tu padre

──No, eso no es cierto mi padre se llama Daniel── Mikey furioso le soltó un puñetazo el cual le abrió su labio y su hermanita comenzo a llorar. Por inercia me puse frente al niño.

──Déjalo

──Quítate

──No me voy a quitar, déjalo en paz

──Yuri quítate o no respondo

──Quiero ver que me pongas una mano encima── dije y cuando ví como su mano se alzó me puse firme y espere el golpe, pero Sanzu detuvo su mano.

──Suéltame

──No

──Vaya, el perro rabioso está dejando de ser leal a su rey

──No

──Entonces suéltame y deja que está perra tenga su merecido── Sanzu soltó su mano y después de eso yo también recibí un golpe en la mejilla.

El sucesor de Bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora