CHAPTER EIGHT.

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En cuanto llegamos a la casa logré ver a dos niños junto a una señora de cabello negro.

- Papá!- gritó la niña y corrió a abrazar a Rindou. - Hola tío Ran- sentí como Mikey puso su mano alrededor de mi cintura y dejo un beso en mi mejilla.

- Ellos son los hijos de Rindou y Nara, a ella ya la conociste -

- Así es -

- Hola tío Mikey -

- Hola Yuri- la pequeña volteo a verme. - Tú eres la novia del tío Mikey -

- Así es, mi nombre es Narumi -

- Mucho gusto tía Narumi- la pequeña se puso de puntitas y yo me hinque un poco para saludarla.  Poco después se acercó Nara con el niño en sus brazos y saludo a Ran y Rindou. Mikey por otro lado sólo me llevó hasta nuestra habitación.

- ¿Ran no está casado? -

- Lo estuvo -

- ¿Y qué pasó?

- Ella murió- respondió mientras se sentaba en la cama. Yo guarde silencio y lo seguí.

- Lamento ser tan débil -

- No fue tu culpa- dijo mientras me abrazaba. Poco después Ran vino por él y yo bajé a la sala donde estaban Nara y sus hijos.

- Hola -

- Tía Narumi quieres jugar a las Barbies conmigo -

- Claro- estuvimos un buen rato jugando, al poco tiempo de que empezamos a jugar se nos unió Nara junto a su hijo. La niña tenía una imaginación bastante grande, ya que de un montón a otro comenzamos a jugar a las princesas.

- Narumi, Mikey te está esperando en su habitación -

- Gracias Rindou- me levanté del piso y camine hasta nuestra habitación al entrar logré ver cómo Mikey se quitaba el saco y la camisa. - Necesitas ayuda -

- Por favor- respondió mientras se daba la vuelta, cerré la puerta detrás de mi y me acerque hasta Mikey para comenzar a desabotonar su camisa, lograba sentir sus ojos sobre mis manos y de un momento a otro ya nos encontrábamos besándonos con desesperación, mientras nos íbamos quitando la ropa.

~ Mikey te amo

[•••]

A la mañana siguiente sentí unos brazos rodeando mi cintura, así que sonreí y me di la vuelta abrazando el torso desnudo de Mikey.

- Buenos días mi Reyna- hablo con la voz ronca mientras me daba un beso.

- Buenos días amor -

- Espérame aquí, iré por el desayuno- asentí y Mikey se levantó de la cama para después ponerse su boxer y bajar a la cocina, al poco rato regreso con una bandeja llena de comida.

- Que rico -

- Sólo lo mejor para mí futura esposa- dijo mientras dejaba un beso y volvía a recostarse en la cama.

- Por cierto ayer a dónde fuiste -

- Fui a cerrar un trato con un socio y también fui a comprar algo- asentí y lleve un pedazo de sandía hacia mi boca. - Hoy tendremos una cita -

- Eso se puede, digo por lo de tu trabajo y todo eso -

- Claro que sí, Ran y Rindou estarán con nosotros. Además ya hice la reservación -

- Está bien- respondí dándole un beso y terminamos de desayunar, Mikey se levantó de la cama y fue a dejar la charola a la cocina, bostece mientras me estiraba y cuando estaba por levantarme Mikey entro al cuarto y volvió a acostarse.

- Hoy no tengo nada que hacer, así que estaré todo el día a tu lado -

- Está bien- respondí volviendo a acostarme y lo abrace dejando un beso en su pecho. Nuestra felicidad sólo duró unos pocos minutos, ya que después de que cerré mis ojos tocaron a la puerta.

- Será mejor que bajes -

- En verdad quería quedarme todo el día acostada a tu lado -

- Creo que hoy no se podrá- respondió levantándose de la cama, imite su acción y fue hacia el baño. Abrí la regadera y dejé que el agua se entibiara, al poco rato Mikey entro a la ducha junto conmigo. En cuanto terminamos de ducharnos Mikey se despidió de mi y fue hacia la sala de juntas, yo por otro lado fui hacia la sala donde ví como los hijos de Rindou y Nara estaban viendo la tele.

- Hola -

- Hola tía -

- ¿Qué están viendo? -

- Una película, se llama el cadáver de la novia -

- Ya veo, ¿Puedo sentarme? -

- Claro- la pequeña se hizo a un lado y yo me senté enmedio de ambos. El resto de la tarde me la pasé viendo películas con los niños y después se nos unió Mikey, quien me hizo levantarme y él se sentó dónde yo estaba para luego sentarme sobre su regazo y dejar un beso en mi cuello.

- Recuerda que hoy es nuestra cena -

El sucesor de Bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora