CHAPTER TWENTY TWO.

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— ¿Qué me paso? —pregunte al mismo tiempo que sostenía mi cabeza debido al dolor.

— Tuvo una amenaza de aborto, señorita —

— ¿Mi bebé está bien? —aún tenía cierta preocupación por el bebé, pero al ver que el doctor asintió me relaje un poco.

— Afortunadamente logré llegar a tiempo, así que usted y su bebé están bien pero... ¿Alguna vez había tenido una amenaza de aborto o había tenido un aborto espontáneo? —nerviosa comencé a jugar con los dedos de mis manos y volteé a ver a Mikey, quien esperaba una respuesta. Antes de hablar solté un suspiro.

— Hace dos años quede embarazada de mi antigua pareja, pero él se molestó tanto que me golpeó hasta que yo perdí al bebé —

— Ya veo, mire no se preocupe más por eso lo más recomendable es que se quede en cama por los siguientes dos meses ya si vemos que sigue como si nada usted puede continuar con su vida diaria — respondió y yo asentí, el doctor salio poco después y Mikey volteo a verme.

— ¿Por qué no me lo habías dicho antes? —

— Mikey jamás creí que volvería a embarazarme —

— Y no viste necesario el decírmelo, por eso pensabas abortar —

— Tú y yo estábamos peleados, pensaba en pedirte el divorcio me fuiste infiel y ni siquiera tenías el valor de hablar conmigo. Preferiste irte a dormir a tu oficina que arreglar las cosas —

— Se lo que hice, pero aún así tenías que haberme dicho soy tu esposo —

— Aún no nos casabamos — respondí y él volteo a verme.

— Aunque fuera así tenías el deber de decírmelo —

— ¿Qué es lo que te importa tanto, Mikey? —

— ¡El bebé!— gritó haciendo que me hiciera hacia atrás, temiendo que llegara a golpearme.

— Eso es lo que te importa, un bebé que sabes que en cualquier momento podría morir. ¿Te importa más un niño que tu esposa? —

— Tú no lo entiendes — antes de pudiera responder algo, se levantó de la cama y salió del cuarto. Cómo se atrevía a decirme que yo no lo entendía.

Acaso no escucho cuando dije que yo había perdido un bebé, o en qué tanto estaba pensando. Antes de que mi cerebro se inundara de malos pensamientos la puerta fue tocada.

— Adelante —

— Hola Narumi —

— Hola Takeomi ¿Qué haces por acá? —

— Sólo quería saber si te encontrabas bien después de casi haber perdido a tu bebé —

— Si, si estoy bien gracias por  preguntar —

— No hay por qué agradecer — guardo silencio y después levantó la mirada, desde que había entrado y se sentó a mi lado no había levantado la mirada del suelo. — Lamento que te hayamos traído aquí y que no hayas visto a tu hermano —

— Tranquilo, creo que él lo entendería —

— ¿Te gustaría ir a verlo? — pregunto haciendo que mi mirada se iluminará y sonriera inconscientemente.

— ¿Harías eso? ¿Me llevarías a verlo? —

— Es lo único que puedo hacer, después de haber dejado que Mikey te trajera —

— Eres un gran amigo Takeomi —

[•••]

2 meses.

Habían pasado ya dos meses desde mi amenaza de aborto, en todo ese tiempo me había mantenido en cama. Takeomi consiguió el número de teléfono de mi hermano y me lo dió.

Logré convencer a Mikey de que me comprara un teléfono y todos los días me mantenía en contacto con mi hermano, omitiendo la parte donde le decía que estaba embarazada. Eso tenía que decírselo de frente. Obviamente tuve que darle demasiadas explicaciones cuando recibió mi primer llamada.

" Bueno ¿Con quién hablo? "

" Waka soy yo "

" ¿Narumi? ¿Dónde estás? "

" Estoy bien, estoy viviendo con Mikey"

" ¿Y por qué no has venido a visitarme?"

" Por el momento no puedo, pero te juro que en cuanto pueda iré a visitarte "

Luego de aquella vez me mantenía en contacto con él, aunque había días en los que no podía que era cuando Mikey estaba conmigo. Pero él era bastante comprensivo.

— Tu embarazo está llendo muy bien ¿Cómo te has sentido? —

— Bien, aunque aún tengo ascos y náuseas —

— Eso es normal, cuando cumplas los cinco meses puede que se te quiten. Algunas mujeres siguen teniendo ascos y náuseas —

— Entiendo ¿Ya puedo salir de la cama? —

— ¿Cuál es la urgencia? — pregunto Mikey volteando a verme.

— Ya me canse de estar todo el día acostada y sin poder moverme —

— Ya veo —

Poco después el doctor recogió sus cosas y se marchó, Mikey entro y se despidió de mi. Estaría fuera por dos semanas así que me quedaría al cuidado de Takeomi y Sanzu.

— No quiero dejarte aquí sola —

— Estaré bien, Take y Sanzu cuidarán de mi y del bebé —

— Te marcare en las mañanas y en las noches —

— Está bien — me despedí de él y cuando salió tome el teléfono y le marque a mi hermano.



El sucesor de Bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora