CHAPTER FORTY EIGHT.

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Me quedé callada al escuchar eso y solo me límite a limpiarme las lágrimas.

── ¿Estás seguro de eso? ──

── Claro, Manjiro jamás podría imaginarse que estás en México y si lo hace todo el ejército estará preparado para retenerlo ──

── Muchas gracias Daniel, no sé cómo agradecerte── hablé dándole un abrazo y el solo me dió un pequeño beso en la mejilla.

── Con que tú y tu bebé sigan viviendo conmigo es más que suficiente ──

── Te recuerdo que soy una mujer casada, así que no te enamores de mi; aunque se que es inevitable ──

── Claro, intentaré no enamorarme de ti── nos separamos del abrazo y ambos comenzamos a reir, poco después entro el doctor y nos dió las indicaciones y a los pocos minutos entro Shion con el teléfono en mano. Daniel salió de la habitación y yo me quedé sentada esperando a que regresará.

── Le agrada ──

── ¿Disculpa? ──

── Daniel, le agradas a Daniel, cuando casi muere por intentar atrapar a Manjiro él dijo que jamás volvería a poner un pie en su tierra, pero ahora está dispuesto a volver al trabajo y a su país con tal de mantenerla a salvó ──

── Yo no sabía eso ──

── Es normal, no es como que vaya por todo el mundo contando su historia ──

── Nos iremos en tes días, después de que te dejen salir del hospital── aviso Daniel entrando al cuarto y yo asentí. ── ¿De que hablaron durante mi corta ausencia? ──

── Sobre lo mucho que le gustará México ──

── Bueno, en si iremos a Culiacán al rancho de mi abuelo ──

── Aún mejor, conoceremos tu lugar de nacimiento. Bueno iré haciendo lo que me encargaste, cualquier cosa me avisas ──

── Ya en serio, de que hablaron ──

── Sobre tu vida, pero no te preocupes no me dijo nada que cambie la idea que tengo sobre ti ──

── ¿A sí? ¿Y como me tienes idealizado? ──

── Bueno, sé que eres alguien que se preocupa por los demás y le gusta ayudar ──

── No va tan alejado de la realidad ──

── Daniel ¿Cuál es tu verdadera historia? ──

── ¿En verdad quieres saberla? No quiero arruinar la bonita idea que tienes de mi ──

── Bueno yo estoy casada con el tipo que ahora me quiere ver muerta, nada puede superar eso ──

── Tienes razón, yo no me case con alguien que ahora me quiere muerto ──

── Ya me vas a contar── lo oí soltar un suspiro y después de sentarse a mi lado comenzó a hablar.

« Todo empezó con la muerte de mi hermana mayor, nosotros nacimos en Culiacán, Sinaloa. El peor lugar para nacer e intentar tener una infancia normal, desde que tengo memoria ese es el lugar de donde salieron la mayoría de narcos de México y es el lugar más horrible que puedes visitar. Después de la muerte de mi hermana a manos de un cartel nuestras vidas empeoraron, mamá perdió su trabajo y nuestro padre bueno digamos que desapareció, el único que nos ayudó fue nuestro abuelo, yo intenté buscar un empleo para ganar dinero pero la manera más fácil de conseguirlo era vendiendo la droga de los carteles, así que aunque no me gustará ya tenía mi dinerito y podía ayudar a mi madre. Al año mi hermano sufrió un atentado que casi le arrebata la vida y yo tome su lugar en la militar, los primeros años fueron una completa mierda; había días en los que no podía dormir, otros donde me ponían a hacer ejercicio y terminaba con dolores en los lugares menos creíbles. Con el tiempo me fui acostumbrando y cuando estaba por cumplir el tiempo indicado me llegó una carta de mi madre avisando que habían matado a mi hermano en un enfrentamiento entre carteles. Desde entonces solo me dedique en poder destruir a todos y cada uno de ellos, cuando me hablaron sobre Manjiro y sus negocios creí que sería una buena oportunidad y casi termino muerto.»

── Lo siento mucho ──

── No te preocupes, la verdad es que hace tiempo que no veo a mi madre y me gustaría que la conocieras ──

── Eres una persona demasiado amable a pesar de todo lo que sufrió ──

── Mi madre me enseñó a ser así── respondió y ambos nos recostamos en la camilla.

── Ahora puedo decir que tu historia a superado la mía ──

── Eso jamás va a pasar ──

── Lo que digas── respondí con una sonrisa, pero en el fondo sabía que esa no era toda su historia, así como la mía que no sólo se basaba en haberme casado con Manjiro y en haber perdido a un bebé.

El sucesor de Bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora