CHAPTER TWELVE.

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- Mikey dijo que el vestido lo haría uno de los ex miembros de ToMan -

- ¿Ex miembros?- pregunte y Sanzu junto a Takeomi voltearon a verme.

- Él no te lo ha dicho -

- No, que se supone que tiene que decirme -

- Que la Tokyo Manji se disolvió para que Mikey creará Bonten -

- Y hasta cuándo pensaba decírmelo -

- No lo sé, hay cosas de las que no debes saber -

- Eso me importa un carajo, pronto seré su esposa y tengo que saber las cosas y no enterarme por terceras personas -

- Pues eso deberías de hablarlo con él- solté un suspiro y me dirigí rumbo a la oficina de Mikey.

- Hasta cuando pensabas decirme que la ToMan se disolvió -

- Koko puedes salir -

- Claro- Koko salió de la oficina y yo cerré la puerta.

- No quería decirte por qué sabía lo mal que te pondrías -

- Pero tengo derecho a saberlo, yo también estuve ahí -

- Lo se, perdóname por no haberte dicho -

- Espero y ya no lo vuelvas a hacer -

- ¿Cómo te enteraste de eso? -

- Sanzu menciono que mi vestido lo haría un ex miembro de la ToMan -

- Recordé que tú siempre apoyabas a Mitsuya y le decías que cuando te casarás él haría tu vestido -

- ¿Cómo es que aún te acuerdas de eso? -

- Porque siempre te he amado, lo hago desde que te conocí y siempre soñe con poder casarme contigo y no sabes lo feliz que estoy de cumplir ese sueño -

- Eres muy romántico Mikey- dije dándole un beso en los labios, él me tomo de la cintura y camino hasta chocar con su silla y se dejó caer en ella yo me subí a su regazo y continúe besándolo; mientras desabotonaba su saco e intentaba quitarle la corbata. Él llevó sus manos hacia mi espalda y comenzó a bajar el cierre del vestido, despego sus labios de los míos para después ir bajando sus besos por mi cuello hasta llegar a mi clavícula, justo en ese momento tocaron la puerta.

Mikey solto un suspiro y me tomo de la cintura para sentarme en su escritorio, él se levantó de la silla y se acomodo su traje.

- Pueden pasar -

- Mikey uno de los socios quiere hablar contigo -

- Si, le dije que lo vería mañana -

- Está aquí -

- Dile que suba, lo veré en el bar -

- Está bien -

- ¿Quieres que me vaya?- pregunte una vez que Kakucho se fue.

- No, tienes razón serás mi esposa y tienes que estar al tanto del negocio así que me acompañaras -

- Está bien- respondí y me baje del escritorio, Mikey me dió la vuelta y subió el cierre del vestido. Tomo mi mano y ambos fuimos hasta el bar. - No sabía que teníamos un bar -

- Algún día te daré un recorrido por la casa -

- Está bien -

- Buenos días Manjiro -

- Buenos días Miyamoto -

- ¿Quién es esta bella señorita? -

- Narumi Sano, esposa de Manjiro- respondí extendiendo mi mano.

- Te escogiste una buena mujer, perdona que haya adelantado nuestra cita pero tenía algunas dudas -

- Claro, gustas algo de beber -

- Un sake por favor, su esposa no tomo -

- Así estoy bien gracias- ellos continuaron hablando sobre sus negocios mientras yo veía a Mikey, jamás imaginé que me casaría con mi amigo de la infancia y mucho menos que él liderará una organización criminal.

- Espero haber aclarado todas tus dudas -

- Claro que lo hiciste Manjiro, muchas gracias por haber aceptado está reunión de imprevisto -

- No te preocupes, eres mi socio y mi deber es aclarar las dudas que tengas -

- Muy bien, bueno ya debo retirarme fue un gusto conocer a su esposa- el castaño se despidió y los tres bajamos al living dónde Kanji lo acompaño hasta la entrada y después nos fuimos a comer. Terminando Nara me entretuvo viendo las cosas para la boda. Así que Mikey se acercó a nosotras y se quedó un buen rato.

- ¿A quienes invitarás? -

- La mayoría serán mis socios, no pienso ponernos en riesgo y menos ese día -

- Está bien, mira estos podrían ser los centros de mesa -

- Son muy bonitos, a ti te gustan -

- Claro- le di un beso y continuamos viendo los preparativos para mi boda. Cuando terminamos los dos subimos a nuestra habitación.

- Iré a darme una ducha -

- Yo voy contigo, nunca hemos usado la bañera- asentí y los dos entramos al baño, Mikey preparo el agua y después los dos nos metimos en la bañera mojando nuestros cuerpos.

El sucesor de Bonten Donde viven las historias. Descúbrelo ahora