8:07 pm
Karina y Aeri caminaban de regreso a casa, Karina a casa de su abuela. Desde el incidente con su mamá y hasta que su padre regresara debía quedarse allí. Mientras en casa esperaba por Aeri un gran plato de comida y una noche de películas con su madre y su hermana.
Faltaban dos días para la presentación y esa noche terminaron todos los detalles que faltaban. Iban en silencio, no había mucho de que hablar. En su trayecto pasaron en medio de un caserío y debido a la hora se encontraba algo solitario. En medio del silencio, el maullido de un gatito llamó la atención de ambas. El pobre minino lloraba mucho, un chirrido de dolor terrible.
- Jimin, no vayas - advirtió Aeri, pero fue tarde, y no tuvo más opción que seguirla. - Jimin, está muy oscuro por ahí y no lo digo por miedo sino por sensatez - Trató de convencerla pero no funcionó.
Karina se detuvo y por inercia Aeri detrás de ella. Aeri intentó hablar de nuevo, pero Jimin le tapó la boca y le hizo un gesto para que guardara silencio. Luego le indicó con cuidado que mirara hacia adelante. Estaban en la parte trasera del muro que rodeaba el caserío, una parte bastante oscura y desolada. Era un tiradero por así decirlo, habían desechos de obras de construcción. Y en la parte más alejada podían ver a dos hombres torturando al pobre gato. Lo chuzaban y golpeaban con varillas pequeñas pero gruesas. El gato era pequeño, tendría unos tres meses de edad, y alrededor estaban tirados los cuerpos de otros tres gatitos, también golpeados con varillas. Los torturaron hasta matarlos. Aeri sintió que su estómago se revolvía, y no sabía si era por enojo, tristeza o asco. Jimin por otro lado no se contuvo mucho.
"Vas a hacer una estupidez" pensó Aeri al ver a Karina. Pensó en detenerla, pero conocía la terquedad de su amiga. Dejó que actuara y se mantuvo quieta en su lugar.
Karina se sacó la pañoleta que llevaba atada en la cintura y la envolvió desde su antebrazo hasta la punta de sus dedos, todo cubierto. Luego agarró una de las barras de hierro que estaban tiradas en el suelo, caminó con sigilo hasta los dos hombres y para su suerte, fue como pensaba, estaban drogados, sería fácil. La barra medía tres metros de largo. Karina se detuvo a casi metro y medio detrás de ellos. Estaban tan contentos maltratando al indefenso animalito que no la notaron.
Actúo rápido, ¿Para qué pensar tanto?. Al tipo de la derecha le dio un golpe en el oído para dejarlo inestable; golpear ese sentido lo afectaría lo suficiente para que no pudiera hablar ni levantarse, y al de izquierda, un golpe en la garganta para dejarlo fuera. Fue como batear dos pelotas al mismo tiempo.
Luego atacó con la punta de la barra el ojo del hombre a su derecha, un paso atrás y estampó un golpe en el abdomen del moribundo de la izquierda; el peso de la barra era perfecto. La otra parte de la barra tenia filo, como un cuchillo, la giró y cortó a ambos en la cara; en los ojos específicamente, profundo pero no letal, dolería de momento pero podrían recuperarse. Metió la punta de la barra sin filo en la boca del tipo a su derecha, quebró un diente en el proceso y puso su pie en la cara del otro, aplastando la nariz. Y con un último golpe en la sien de cada uno, los dejó inconscientes.
Fue relativamente fácil, no podían atacarla de vuelta y ella golpeó puntos vitales de forma casi letal. Se midió a si misma para no hacer daño más allá del necesario. Estaba enojada pero no era una asesina.
Aeri se acercó, vió a los sujetos a los pies de Karina y notó el patrón que su amiga siguió. Les hizo cortes similares a los que tenían los gatos, y los trató igual; solo devolvió el maltrato - Rina, es suficiente - dijo en un susurro. Lo que sorprendió a Aeri, fué que Karina usó un solo brazo. El brazo izquierdo lo mantenía fijo en su espalda, en ningún momento lo quitó de allí. Y el brazo derecho envuelto en la pañoleta hasta la punta de sus dedos. Su piel al desnudo nunca tocó la barra. - Eres necia como nadie. Agradezco que estos tipos tuvieran droga hasta la médula, de lo contrario esto sería un desastre. Ahora, vámonos rápido -
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DESCIFRANDO TUS ACCIONES.
FanfictionKarina en verdad desea ser la hija perfecta, llenar los estándares de su madre, ser paciente y tolerante como su padre, ser un buen ejemplo para su hermana menor y una amiga en la que se pueda confiar, Pero, siendo el títere favorito de su abuelo er...