64. ¿QUIÉN DUERME?

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- ¿Alguna vez has visto el miedo en el rostro de alguien que está a punto de perder aquello que no puede odiar pero tampoco sabe amar? -

Félix podía ver con sus propios el miedo del que Jimin hablaba; sus padres estaban aterrados, se preguntaba si era por él o por las cosas que el fuego consumía. El miedo de sus padres era satisfactorio, así se sintió él días atrás sin poder hacer nada. El rostro de su tío lleno de confusión y rabia era todavía mejor.

Félix amaba a sus padres y los respetaba, después de todo eran sus padres y, al menos hasta la mitad de su adolescencia eran una familia funcional y normal, su hogar se volvió un desastre trás la llegada de su tío. Su padre se volvió un cobarde mandilón que lamía el suelo por el que su hermano mayor pisaba, ¿Su madre? Ella se dejó llevar por el fanatismo de su padre. Pero seguían siendo sus padres y él seguía amándolos.

Ellos jamás le causaron daño físico, jamás pero, tenían otras formas de castigarlo y obligarlo a hacer lo que ellos querían. Antes no era así, sus padres lo amaban, pero la influencia de ese hombre sobre ellos... Él era el peor. Mucho antes de mudarse con ellos ya tenía a sus padres comiendo de la palma de su mano. Absurdo ¿Que ofrecía él para manipularlos de esa manera? Estaba por averiguarlo.

- ¡Félix! ¡Sal de ahí! - los gritos desesperados de su madre eran similares al zumbido de una mosca junto a su oído; estresante.

Félix trazó con diferentes tipos de líquidos inflamables varios anillos alrededor de la casa, para que no pareciera sospechoso, utilizó una pistola de juguete. A los ojos de sus padres solo estaba jugando y perdiendo el tiempo en el patio, ya que estaba castigado y no podía salir. ¿Divertido verdad?

Fueron 4 anillos, que iban reduciendo su tamaño a medida que se acercaban a la casa que era el centro del tablero. En el anillo interior puso las cosas de sus padres, la colección de trofeos de su padre y las cosas de su equipo de fútbol favorito; el enserio amaba toda esa cantidad de checheres. También tomó las cosas de su madre y por último se sentó en el centro de todo ese desastre.

Cuatro anillos por cuatro de las cosas que su tío le arrebató y que sus padres no detuvieron. No se molestaron en intervenir.

Primero; su conejo. Él lo pateó tan fuerte que lo dejó gravemente herido ¿Qué le hizo el pequeño animal? Después de patearlo lo dejó tirado como si no importara, delante de él, cuando Félix reclamó también recibió una patada. Su tío agarró al conejito que agonizaba por una pata, aumentando el dolor, después le echó aceite y le tiró un fósforo. Que maldito, Félix escuchó hasta el último quejido del pobre conejo.

Segundo; quemó sus cosas, su colección de suéteres de Hora de aventuras, sus carpetas y cuadernos de dibujos, incluso el cuadro que había pintado de él y sus amigos. ¿Quien era él para decir que esas cosas no lo estaban beneficiando? ¿Quién era él para decir que lo estaba corrigiendo? ¿Quién era él para decir que lo hacía por su bien? Si quisiera su bien no habría hecho tales cosas en un principio.

Tercero; destrozó y luego echó al fuego las cosas que sus compañeros le habían regalado. La cámara profesional que le regaló Aeri, el balón que le dió Han, las casettes de Mario Bros que le dió Jinsoul, los mangas de Naruto que le regaló Heejin, la figura de acción que compró Jungeun, las diademas y accesorios que Jimin le compró, también la bandeja y guantes de hornear que Cris le había conseguido... Todo, absolutamente todo lo que sus amigos le habían dado, él amaba esos regalos, ¿Que dirían sus amigos al saber que sus regalos fueron reducidos a cenizas? Incluso el brazalete que Minjeong había hecho para él y el collar que Yizhou le había dado...

Cuarto; le quitó a sus padres, le quitó la confianza y la buena relación que tenía con ellos. No solo eso, también pretendía usarlo para atacar a Aeri, después de negarse lo atacó nuevamente. ¿Sus padres? Ellos no estaban. Siempre sucedía cuando ellos no estaban.

DESCIFRANDO TUS ACCIONES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora