DESCIFRANDO TUS ACCIONES.

18. MIEDO, IRA Y... ¡¿BEOMGYU?!

Los murmullos de los alumnos que salían del teatro no tardaron en llegar, todos hablando acerca de la presentación que acababan de ver. Los de noveno se lucieron en el escenario, todo fue brillante, desde la decoración, ambientación del lugar hasta la actuación e interpretación de los chicos. Incluso la organización para el recibimiento del público estuvo maravillosa, todo estrictamente organizado.

- Debo admitir algo, mi prima y sus compañeros se lucieron con esto, y yo que pensé que sería aburrido - comentó Yeonjung muy animada.

- Si, estuvo súper - agregó Yeoreum.

- Me mata tu entusiasmo, de verdad. Nótese la felicidad - el sarcasmo era la marca original para las mujeres de la familia Yu. Yeonjung recibió una mala mirada por parte de Yeoreum.

- Mejor vamos al camerino, quiero felicitar a mi prima - desvió el tema. Tomaron el pasillo que daba directamente con la parte trasera del teatro, dónde estaba el camerino. Pero a veces la vida no es como se planea, y un cielo despejado puede tornarse gris.

- Yeoreum - al escuchar el llamado su cuerpo se paralizó. Odiaba la voz de su madre. Estaba frente a ella y uno de los guardaespaldas de su abuelo la acompañaba, eso no pintaba bien. No iban precisamente en son de paz. La expresión en el rostro de su madre era de hielo; cómo siempre, pero había algo en sus ojos que le causaba desconfianza y más allá de eso, mucho miedo. Yeonjung le agarró la mano y jaló hacia atrás - Yeoreum, deja Yeonjung y vámonos - Volvió a hablar la mujer.

En otra situación Yeoreum habría obedecido sin discutir ni decir una sola palabra. Pero las cosas habían cambiado, después de ver lo que le hizo a Karina la última vez, el respeto que sentía por ella desapareció, y cambió a un miedo casi enfermizo. Y era peor teniendo en cuenta que Karina sufrió por tomar su lugar. Y luego las encerró como si fueran un par de animales.

- No - retrocedió.

- ¿Qué? - cuestionó con incredulidad ante la negativa de su hija menor. Imposible de creer. Yeoreum jamás le dijo que no. Dió un paso al frente; Yeoreum y Yeonjung dieron dos atrás. Se detuvo y decidió pasar por alto la falta de respeto de su hija, porque de momento necesitaba llevarla de regreso con ella.

Yeoreum retrocedió un paso más - Mamá, quédate dónde estás - se esforzaba por mantener firme la voz - Si te acercas más, grito -

- No me amenaces -

- no es amenaza, es advertencia. Si me pones un dedo encima, armo un escándalo aquí mismo - moría de nervios diciendo aquello. Nunca le había llevado la contra a su madre. Era aterradora la forma en que se sentía justo allí.

- Y según tú ¿Eso me va a detener? ¿A quién le importa si gritas? Yo soy tu madre, no te van a ayudar, si eso es lo que esperas - avanzó y Yeoreum retrocedió cuatro pasos, además levantó la voz.

- a ti te importa si yo grito, un escándalo no es conveniente para ti, menos ahora que el abuelo está cerca. Dañaría tu imagen, mamá - Usó su mejor defensa; el orgullo de su madre y el afán por mantener las apariencias.

- cállate - varios alumnos miraron hacia ellas.

- Sabes que tengo razón, mamá -

"Tengo miedo"

Forzó una sonrisa para las personas que alcanzaron a escuchar algo de lo que Yeoreum prácticamente gritó, intentando decir que no pasaba nada. Yeoreum aprovechó la oportunidad para correr junto con Yeonjung, a un lugar dónde hubiera más gente, ese pasillo se estaba quedando vacío. Ver a Yeoreum correr fue la gota que llenó el vaso. - Señora, ¿Quiere que la atrape? -

- Ni se te ocurra ponerle un dedo encima a mi hija - advirtió - yo misma me encargo de esto, tu cumple con seguirme y no te metas en lo que no te importa - espetó hacia el hombre que caminaba a sus espaldas.