DESCIFRANDO TUS ACCIONES.

32. DESEOS

Cinco años atrás

8:00 am

Yeoreum y su familia bajaban del auto en la entrada de la casa del General. Era una costumbre ir a visitarlo una vez al año; dicha tradición se rompió ese mismo año.

Fueron los primeros en llegar. Una hora más tarde llegaron sus tíos, tías, primos y por supuesto, la nueva esposa del General. En realidad, Yeoreum no le prestó mucha atención en aquel momento. Cómo cada año, eran días teniendo que soportar a toda su familia junta, es decir, a un manojo de víboras dentro de una misma casa. Y todo porque debían asistir al aniversario conmemorativo que celebraba el ejército nacional en honor a todos los llamados héroes del país; el General estaba invitado a ser un honorario y ellos como su familia tenían que asistir.

Aquél día las cosas marchaban sobre ruedas y después de ir a la celebración regresaron a casa del General. Su madre y sus tías adulando y dándole halagos al General; pan de todos los días, pero esa vez fue excesivo. Sus tíos con el silencio abrumador de siempre; caras serias, frías, sin vida ni voluntad. En aquel entonces, Yeoreum no lo entendía. Comprendió PORQUÉ sus tíos se comportaban así meses más tarde. Sus primos hablando de cualquier estupidez que se les cruzara y su padre cuidando de ella, Jimin y Yeonjung.

A la hora del almuerzo, su primo mayor, que en aquellas fechas tenía 15, le habló por tercera vez, pero fue molesto e incómodo. Porque se sentó a su lado y lo primero que hizo fue poner una la mano derecha sobre el muslo de Yeoreum. Para decir un "hola prima" no necesitaba tocarla, pensó Yeoreum. Así que rápidamente quitó la pesada mano del chico. Además, sus padres siempre le decían que ningún hombre debía tocarla y si alguien lo hacía, le avisara. Entonces, Yeoreum corrió hasta su madre y le contó, pero ella no prestó mucha atención. Su padre estaba ocupado, así que tampoco podía decirle. Pensó en decirle a Jimin, pero creyó que no serviría de nada así que lo dejó pasar.

Esa noche, antes de llegar al cuarto volvió a ver a su primo. Él le pidió que lo ayudara a llevar unas cajas al cuarto de arriba pero Yeoreum se negó. Él podía llevar eso perfectamente solo, pensó ella. Entonces, él puso las cajas en el suelo y la mirada amable desapareció. Miró de lado a lado, revisando que no hubiese nadie, pues todos los adultos estaba afuera. Arrastró a Yeoreum hasta el cuarto más cercano y le tapó la boca; Yeoreum sentía que la asfixiaba. La tumbó en la cama y empezó a lamer su cuello. En ese instante todo era sumamente asqueroso, no podía respirar bien, el maltrataba su cuerpo casi aplastandolo y la baba sobre su piel era fastidiosa. No podía gritar y tampoco contener las lágrimas. Cuándo el quitó la mano de su boca para empezar a deshacer su ropa a la fuerza, Yeoreum gritó con todas sus fuerzas el nombre que primero le cruzó por la mente. El más corto y fácil de llamar; Jimin. El dió una bofetada bastante sonora y fuerte, Yeoreum escupió sangre, la tos y la falta de aire acababan con ella pues él la estaba ahorcando. Veía borroso y había un vacío en sus oídos.

De un momento a otro, el aire regresó a su cuerpo y la libertad también. Él ya no estaba sobre ella. Él estaba contra la pared del cuarto siendo azotado por Jimin, había mucha sangre. Veía como su hermana recibía varios golpes pero logró apartarlo. Jimin agarró una de las barras de metal con las que el General entrenaba y le dió un golpe bastante fuerte en la cabeza. Él cayó junto a la puerta arrastrándose y quejándose.

Yeoreum no podía recordar bien las palabras que dijo Jimin mientras arrastraba a su primo del cuarto hacía el pasillo. Solo recordaba los gritos de dolor del chico y luego los de todos en la casa. La música se detuvo y todos gritaban. Su tía dijo que iban a matar a su sobrino e insultándo a Jimin, sus primos también le gritaban a su hermana. Y luego vió a su padre entrar al cuarto, agarrar una manta, envolverla en ella y cargarla, fueron hasta el cuarto de Yeonjung y la subió en su espalda; Yeonjung se agarraba con fuerza para no caer. Al llegar a la sala tomó a Jimin de la mano para salir de la casa.