72. CONFIANZA

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Jieun llevó a las niñas a descansar, pues no podían quedarse a dormir en el hospital. Evitó pedir ayuda a superintendencia tanto como le fue posible, pero llegado ese punto, ya no podía seguir dándole tregua a nadie. Pidió vigilancia y seguridad para ella y las niñas, también para Beomgyu en el hospital, cosa que presentó gran incomodidad tanto en el personal médico como en algunos pacientes pero, ya no tenía alternativas, la empujaron hasta el borde, entonces debía responder de igual manera.

¿Debería mudarse? Lo había pensado en varias ocasiones, irse del país no sonaba mal, sin embargo, descartó la idea por la niñas; ellas no querían hacerlo. Pero analizando la situación, tendría que optar por ese camino.

Lo consultaría con Taeyeon y las niñas luego.

Beomgyu aún estaba en cuidados intensivos, el golpe del auto le quebró varios huesos, recibió un daño severo en la columna y un vidrio de gran tamaño se clavó en su espalda baja. Podría decir que el atacante iba directo por él, hirió a los demás para no hacerlo tan obvio. Era un milagro que Beomgyu hubiera sobrevivido a eso, sus otros compañeros no contaron con tanta suerte. Lo lamentaba mucho por las familias afectadas así que también se ofreció a colaborar con los gastos funerarios de los chicos, y cubrir los costos médicos de los que estaban hospitalizados junto a Beomgyu.

Cuando Taeyeon llegó al hospital en las horas de la noche, los familiares de los compañeros de Beom, estaban hechos lágrimas y con todo el peso, eran de pocos recursos, sus hijos estaban por morir y no tenían para pagar por un tratamiento mejor.

Después de hablar, Jieun dió la orden a uno de sus asesores para acompañar a Taeyeon en el proceso, hacer el trámite y cubrir los gastos.

Rogaba con su alma que Beomgyu pudiera despertar pronto; no podría estar tranquila hasta saber que estaba fuera de peligro.

Se levantaron temprano, casi una hora antes de que sonara la alarma, fueron de inmediato al hospital. Para Jieun era extraño llamar tanto la atención; pues no daban un paso sin que los de seguridad estuvieran a sus espaldas.

Cuando pidió apoyo a superintendencia, no creyó que le enviarían brigada y media para resguardarla.

Horas más tarde, fueron a desayunar, en un café cerca del hospital. No tenían apetito, era cierto, pero debían alimentarse debidamente quisieran o no.

- Voy al baño un momento - avisó Minjeong.

- ¿Te acompaño? - sugirió Yizhou

- No, no es necesario, no voy a demorar -

Jieun tenía un mal presentimiento, no quería que ninguna de las niñas se alejara mucho.

- Voy con Minjeong, ya regreso -

No quería dejarla sola ni por un segundo, realmente le preocupaba Minjeong, y tenía una sensación extraña esa mañana, no sabía porqué.

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El objetivo era complicado de alcanzar debido a la vigilancia de las brigadas superiores de superintendencia. Optaron por trabajar en equipo, la recompensa la dividiría después, ya que individualmente era imposible llegar a ella.

- Atacaremos de noche -

- Suena bien, pero es un poco cliché ¿No creen? ¿Porqué siempre es de noche? ¿Les da miedo el día o qué? - escucharon el habla perezosa y burlona venir desde atrás. ¿Quién era él? No recordaban haberlo visto cuando se reunieron con el General. ¿Llegó de improviso?¿Lo llamaron a último minuto?

DESCIFRANDO TUS ACCIONES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora