MUCHO MÁS QUE AMOR (Juliantina )

ÉL ME SALVÓ

La Habana Cuba. 15 de septiembre de 2020:

Valentina-Juliana... hey Juliana—habló en español acercándose a ella por detrás y tocándole el hombro. En cuanto la clase acabó Juliana salió a toda prisa y Valentina la persiguió por todo el camino que conducía hacia la salida del hospital—tienes un minuto, necesito... nece... quiero... yo quiero... quiero—Juliana sonrió de medio lado, con esa sonrisa cínica y tierna que Valentina estaba comenzando a amar—¡Mierda perdón!—se lamentó, luego suspiró y continuó—normalmente no soy así de estúpida—sonrieron ambas. Valentina se acercó un poco más a ella y Juliana contuvo la respiración. Valentina era una dulce y peligrosa tentación en la que no debía volver a caer—yo quería hablar sobre lo de...

Juliana-no te preocupes Valentina, lo que pasó pasó, puedes estar tranquila que no seré una molestia, para mí todo está olvidado—mintió con total descaro. Quiso darse la vuelta pero Valentina la agarró del brazo intentando no ser demasiado evasiva. La rubia estaba confundida, pensó no haber entendido las palabras de Juliana, pero era imposible ya que ella hablaba y entendía perfecto el español,
Valentina-cómo que olvidado?—negaba con su cabeza de manera desesperada—no Juliana, para mi no está olvidado, cómo podría? Eres la chica más bonita que he conocido, la más bellas de todas con las que he tenido alguna vez algo que ver, no puedo sacarte de mi cabeza y no precisamente desde ayer, sino desde que te leí por primera vez en el chat de las clases.

  Juliana estaba impactada. Sabía que la chica de sus sueños más húmedos se sentía atraída por ella, pero jamás imaginó que sería de la manera en la que Valentina le acababa de confesar. Su corazón saltó de emoción. Su crush era correspondido y, encima se veía demasiado tierna hablando su idioma porque aunque lo dominaba, era evidente que no era su lengua materna.

Juliana-en serio?—Valentina asintió sin titubear y la sonrisa de Juliana se ensanchó mucho más—de verdad me notaste?—seguía sin creérselo pues hasta hacía muy poco tiempo todos, principalmente su padre, le hacían creer lo contrario solo por ser hija de una indígena
Valentina-porqué lo dudas? Acaso no te has visto en un espejo?—sonrieron de nuevo las dos al mismo tiempo
Juliana-Valentina, me conociste ayer—señaló lo obvio y Valentina negó mientras sonreía. No podía dejar de hacerlo.

Valentina-físicamente, pero te conocí hace mucho tiempo, de hecho no ha habido ni un solo día en el que no deseé conocerte de la manera en la que lo hice ayer desde que te leí por primera vez—Juliana se sonrojó. La chica de cabellos rubios rebeldes era muy directa—con tus textos en palabras mayúsculas—carcajeó. Se sentía bien, se sentía en una nube dulce de algodón, se sentía como nunca antes y era muy buena esa sensación, una desconocida que aunque incierta, le parecía la mejor de todas pues en su vida había tenido muy pocas experiencias felices
Juliana-yo también—admitió, pero Valentina no la entendió así que tomó aire para confesarle su sentir, el cual no era muy distinto al de ella—que yo también no he dejado de pen...

-¡July!—el grito de su amiga la interrumpió. Valentina se dio la vuelta para ver quien había sido la inconsciente que había destrozado el momento que estaban viviendo, pero no le dio tiempo a ponerle cara porque en cuestiones de segundos la chica se le había ido encima a su diosa salida del mar—cómo estás princesa? Cómo dormiste?—Valentina frunció el ceño., Princesa? Porque carajo esa chica la llamaba así? Acaso era su novia?. Muchas preguntas pasaban por su cabeza, pero antes de poder hacer alguna, Juliana se zafó del agarre de su amiga y tomó la palabra.

Juliana-Lauren, ella es Valentina, una compañera del curso—Lauren siguió la mirada de Juliana encontrándose con ese monumento llamado Valentina. Parpadeó unas cuantas veces impresionada por la belleza de esta y se comenzó a sentir amenazada pues ella estaba totalmente enamorada de Juliana desde el primer día que la había visto y creía que en ese viaje por fin haría realidad su sueño, que no era otro que lograr hacer que esta se convirtiera en su novia—Valentina, ella es Lauren, mi mejor amiga y la gran culpable de que tú y yo nos hayamos conocido, pues sin la ayuda de ella y su madre jamás hubiera podido entrar al curso—Valentina también se sintió amenazada. Al instante se dio cuenta que esa chica también se sentía atraída por su diosa.