MUCHO MÁS QUE AMOR (Juliantina )

SOY AUTISTA

  Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

                                Pablo Neruda

Valentina POV:

Hace mucho tiempo que me obligué a dejar de pensar en ella y no fue hasta hace unos meses que gracias a las terapias de Camila me atreví a hablar de ella con alguien más que no fuera yo, pero a parte de eso, ya yo ya había obligado a mi mente a dejar de pensarla porque él recuerdo de lo que pudimos haber sido y no fuimos me hacía mucho daño, por ende también dejé de soñar con volver a verla.

A pesar de eso no puedo negar que muchas veces fantaseé con la idea de volverla a ver y del cómo sería si eso pasaba. Ahora que la tengo a escasos metros de distancia me doy cuenta que no pude estar más equivocada pues de todos los escenarios que creé en mi mente, este que tengo frente a mí era uno de los menos probables, lo que quiere decir que por muy imposible y surrealista que parezca, también lo imaginé.

Nada de lo que estoy sintiendo en este momento es desconocido para mi. Este calor en el pecho, esta opresión y las constantes acometidas de las supuestas mariposas azotando mi estómago es algo a lo que ella con su sola presencia siempre me acostumbró. La familiaridad del sentimiento era algo con lo que había aprendido a lidiar en todo el tiempo que compartí con ella en la isla. Lo verdaderamente inquietante es el hecho de que aún al pasar de los años seguía sintiendo los mimo como si el tiempo nunca hubiera pasado para nosotras, como si nuestra vida se hubiera quedado pausada en la isla esperando a este momento para despertar esos sentimientos que al menos yo nunca he creído dormidos, pero que irremediablemente los años se han encargado de mantener bien ocultos en lo más profundo de mi ser.

Siempre me pregunté si algún día nos volveríamos a encontrar, y de hacerlo como yo reaccionaría, o cómo reaccionaria ella. El caso es que estoy aquí, de pie, casi a punto de desvanecerme y aún no puedo saber cómo me siento ni cómo está siendo este reencuentro, lo único que puedo ser capaz de ver son las ganas locas que tengo de besarla, de abrazarla y volverle a hacer el amor, de volverle hacer el amor a alguien porque desgraciadamente solo a ella he sido capaz de amar mientras doy placer.

¡Dios sigue siendo hermosa! Mucho más más hermosa que hace diez años. Que edad tendrá ahora? Veintiocho, veintisiete?. No puedo saberlo con certeza ya que nuestra edad y fecha de nacimiento no era un tema que nos interesara mucho por aquellos tiempos ya que la mayor parte del tiempo lo dedicábamos a coquetearnos descaradamente frente a todos, a besarnos cada que teníamos la oportunidad, o más bien cuando ella me daba la oportunidad ya que a pesar de habernos conocido como lo habíamos hecho, Juliana y yo no volvimos a tener sexo, y no por falta de oportunidades porque las tuvimos a montones, nos prendíamos con facilidad con tan solo mirarnos, pero por alguna maldita razón alguien siempre nos interrumpía, de hecho me acababa de dar cuenta que al lado de Juliana se encontraba una de las personas que más nos había interrumpido, esa que parecía la sombra de Juliana, la que la envenenó en mi contra hasta que nos separó. Fue ella la principal culpable y nadie me hará cambiar de opinión.

Es por su presencia que no puedo dejarme sentir ni saber con exactitud lo que volverla a ver después de tanto tiempo me provoca porque la sola presencia de Lauren me enoja, me llena de ira y ganas de golpearla como hice aquella tarde nublada de febrero, aquella tarde que todo se fue a la mierda y perdí a Juliana sin siquiera haberla tenido alguna vez en realidad.

Soy consiente de que solo han pasado segundos desde que nos volvimos a ver, pero esos segundos me han parecido una eternidad, una dolorosa eternidad que llegó a su fin cuando ella comenzó a avanzar hacia mi. Podía ver en sus ojos el miedo, ese que siempre le provoqué (Sus palabras, no las mías). Porque lo que menos quería era despertar esa sensación en ella. Yo en ella quería despertar la sensación del amor y de mucho más que eso porque lo que yo sentía, o siento por ella es mucho más que amor. Ella siempre lo supo, y sé que aunque mis ojos se llenaron de rabia en cuanto advertí la presencia de Lauren, estoy segura que Juliana también pudo sentir que mi amor por ella seguía intacto, que nunca la olvidé, que no podría aunque quisiera y que nunca querría hacerlo.