MUCHO MÁS QUE AMOR (Juliantina )

LA DROGA MÁS DURA

  "Cada cierto tiempo un ángel y un demonio se enamoran. Uno sacrifica su paz, y el otro renuncia a su odio".

Juliana-al contrario, deberías ser tú la que me aconseje a mi ya que fuiste novia de su hermano—dijo despreocupada. Llevaban hablando un rato sobre el carácter de Valentina. Camila y Eloy se dedicaron una mirada y luego la miraron a ella. Fue Eloy el que tuvo que tomar la palabra porque se dio cuenta del estado nostálgico de Camila
Eloy-Camila no fue novia de Santi, sino de mi hermano—Juliana abrió bien grande los ojos, eso no lo vio venir y sintió vergüenza y pena
Juliana-lo... yo lo siento Cami...
Camila-tranquila, no estabas obligada a saberlo—le sonrió para restarle importancia. Iba a continuar hablando pero en ese momento llegó Valentina.

Valentina-de que hablan?—hubo un corto silencio. Juliana se dio cuenta de la batalla mental que estaban teniendo Camila y Eloy sobre si decirle o no, entonces la morena confirmó una vez más lo delicado que era ese tema. Aún así no pensaba mentirle a Valentina, sobre todo porque la mejor manera de ayudarla era dándole normalidad a un tema que esta debía superar
Juliana-me estaban aclarando que no era con tu hermano Santiago con el que Camila tuvo una relación, sino con el Brandon mayor—Eloy y Camila quisieron ponerle un altar a la morena y amaron sus ovarios. Valentina primero se congeló, pero luego se mostró neutral, le restó importancia y habló
Valentina-así es. Lista para irte?—la morena asintió. Se despidió de todos, incluso de la gorda, que aunque seguían siendo distante, ya no la había vuelto a tratar mal ni de manera despectiva.

Quedaron en reunirse todos en la tarde de ese día junto con los niños y de paso poner a Caridad al tanto de los últimos acontecimientos. La cubana no se tomaría bien quedarse sin trabajo, pero tanto Eloy como Valentina estaban más que dispuestos a ayudarla en lo que encontrara otra cosa, o que las cosas se calmaran y regresara al club.

  El viaje fue cómodo, fue maravilloso. Valentina se sentía orgullosa y feliz de llevar a esa hermosa mujer aferrada en su cintura mientras ella conducía su moto con calma por las abarrotadas calles de Miami a esa hora de la madrugada.

  Al llegar al condominio sí que se sintieron más que incómodas, inquietas, pero era por el hecho de tener que separarse. No se habían despedido y ya se extrañaban, incluso sabiendo que en pocas horas se volverían a ver.

  Juliana se bajó primero con ayuda de Valentina, la que en cuanto se bajó la tomó de la cintura y la pegó a ella para besarla a su antojo y apretarla toda contra su moto. Así se entretuvieron por varios minutos. Luego de los besos vinieron las caricias. Se estaban acariciando con sus narices toda la extensión de sus rostros. Estaban borrachas de amor, cariño y placer. Se sonreirán como tontas y se rosaban los labios tentándose la una a la otra. El recuerdo de lo apenas vivido seguía latiendo fuertemente en sus mentes y cuerpos y, el deseo de volverlo a repetir se podía sentir en el ambiente.

Juliana-debería subir ya—dijo con dificultad y Valentina negó con su cabeza a la par que la besaba
Valentina-deberías agarrar a Killian y venirse conmigo a mi casa—dijo sin pensar y no se arrepintió. Juliana sonrió y le mordió el labio
Juliana-estás loca?—Valentina se alejó un poco para poder mirarle los ojos
Valentina-porqué no lo harías? Qué te detiene?—preguntó sería y con sinceridad
Juliana-no cabríamos los tres en la moto. Donde meteríamos las maletas?—intentó bromear porqué se dio cuenta que Valentina no estaba jugando y ella no sabía qué responder. Quería pero a la misma vez sentía que no estaría bien
Valentina-lo digo en serio Juliana—la morena suspiró y le acarició la mejilla con su mano. Valentina comenzó a creer que era con esa caricia con la que Juliana la intentaba suavizar, adormecerla, domarla. Y lo conseguía, claro que lo hacía.