MUCHO MÁS QUE AMOR (Juliantina )

EL DESTINO 2.0

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Era viernes en la noche, la noche apenas comenzaba para la farándula más exclusiva de Miami la cual se había dado cita en el exclusivo night club "Bobby Trap on the River". El sitio el cual le pertenecía, era famoso por la gran variedad de chicas de todas las tallas, nacionalidades y colores, chicas que legalmente ofrecían sus servicios artísticos como bailes privados y no privados. El sexo estaba prohibido, también se prohibía tomar fotos, videos y el tocar sin permiso a las chicas.

La política del lugar era clara, ningún hombre o mujer se podría propasar con ninguna de las mujeres que allí trabajaban, gracias a eso era que el sitio era tan reconocido, prestigioso y seguro.

En la tercera y última planta del club, la más exclusiva de todas se encontraban sentados en la barra privada Valentina y Eloy. Desde esa posición se podía observar toda la discoteca, desde allí Valentina podía observar parte de sus logros, parte del buen trabajo que había hecho y no solo económicamente, el dinero que esos clubes le generaban eran secundarios, lo que verdaderamente disfrutaba al contemplar desde las alturas de ese majestuoso lugar, era que gracias a que él había podido ayudar a muchas familias, a muchas madres que como ella no tenían ni donde caerse muerta, que al igual que ella estuvieron a punto de rendirse.

La castaña se había dado a la tarea de localizar a cada una de sus amiguitas que hacían ese trabajo en sitios de mala muerte para que lo hicieran en un ambiente seguro como ese. No lo hizo por conveniencia, siempre les dio la opción de hacer otras cosas, pero la mayoría de las chicas se habían decidido por ser bailarinas ya que consideraban que era un trabajo como otro cualquiera y no tenían nada de que avergonzarse.

Con el tiempo fue ayudando a otras chicas que al igual que las demás querían salir adelante en un país desconocido ya que la mayoría eran inmigrantes como ella. Valentina se había ganado no solo el respeto de todas esas chicas, sino también su cariño. Desde un principio les dejó claro que ella ya no era la Valentina que conocieron en el pasado y que su relación sólo sería profesional y laboral, nada de afecto carnal pues una de las condiciones que les ponía a cada una de las antiguas y las nuevas chicas, era que una vez tuvieran sexo con ellas dejarían de ser sus empleadas.

Hubieron muchas a las que esa condición les valió mierda, muchas que se arriesgaban a acostarse con la jefa sin importarles el perder su trabajo ya que la intensión era ser algo más, pero desgraciadamente Valentina las despedía. Se ganó el odio de muchas por eso, pero eran más las que la querían que las que no. Ella no se sentía culpable porque siempre iba con la verdad por delante, siempre les dejaba claro que después del sexo no habría nada más porque ella solo tenía sexo y placer, no compromiso, no afecto, no citas románticas, no amor, no cuando ella del amor esperaba mucho más, muchísimo más.

-que van a desear los señores?—los acarició una suave voz que ambos conocían bien. Valentina y Eloy quitaron sus ojos del escenario que tenían debajo y, mirándose de manera divertida negaron con la cabeza para luego girar sus cuellos y poder mirar a la chica con poca ropa que los atendería esa noche
Eloy-así le hablas a todos?—dijo sensualmente. La chica se le acercó y de igual manera en el oído le susurró
-depende—Valentina sonrió y Eloy se mordió los labios para luego tomar aire y responder
Eloy-depende de qué?—le lamió el oído, estaba más que emocionado, tan emocionado que la agarró de la cintura acercándola más él, pero al momento sintió como una mano se aferraba a la de él apartándola de la cintura de la chica.

Valentina-cuidado Eloy—advirtió en tono burlón, pero Eloy sabía que su amiga hablaba muy en serio, sabía que no soportaba ese trato fresco con para sus chicas, sabía que no podía tocar sin permiso—perdónalo rizos, ya sabes como son estos niños—bromeó y se puso de pie para saludar a la chica como era debido. Le plantó dos besos en la cara, típico de algunos Hawaianos. Solo lo hacía con las personas de su confianza y sin duda esa chica en muy poco tiempo se la había ganado ya que su historia la había conmovido tanto que no dudó en brindarle trabajo desde el día en que le pidió ayuda y le contó su historia
-no se preocupe señora Vale...—la castaña entrecerró los ojos en una clara advertencia—perdón, es que no me acostumbro—Valentina volvió a tomar asiento—que van a tomar Valentina?