EL CHINO VALDÉS

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  Minutos después estaban Camila, Eloy, el hermano de Lola, Juliana, Valentina y Lola sentados en la mesa del comedor. Ninguno había abierto la boca, y a excepción de Lola y su hermano ninguno de los demás estaba comiendo realmente ya que solo estaban jugando con sus cubiertos o moviendo los alimentos de un lugar a otro.

  Valentina odió la manera en la que Camila y Eloy la miraron en cuanto la vieron, pero sobre todo odió ver a Eloy tan abatido y todo por su culpa. La última vez que él la había visto en ese estado había sido muchas noches antes del accidente. Los había sorprendido a ella y a su hermano drogandose y les reclamó por eso pero ellos poco caso le hicieron aunque  a partir de ese día se había jurado que él no los volvería a ver así y lo cumplió. La noche anterior estuvo a punto de romper esa promesa y le dolía mucho porque ese muchacho la veía como un ejemplo.

  Entonces llegó a la conclusión que no solo hubiera perdido a Juliana o a su hijo de haber recaído, sino a su amigo y el respeto que este le tenía. Confirmó que habían muchas cosas lindas en su vida a parte de Juliana y que la idea errónea que tenía con respecto a poder vivir sin ella o no, no estaba del todo correctamente bien interpretada. Juliana era lo más importante para ella, Juliana y sus hijos, pero no era lo único que tenía y que perdería.

  Ese pensamiento la hizo sentir mejor y orgullosa, pero la mirada de Camila la volvió a hundir porque ella era su terapeuta, ella sabía cosas que muchos de los presentes no sabían. Camila sí que la había visto hasta el culo de droga, de hecho se habían drogado muchas veces juntas, Camila convivió con ella en su peor etapa, en la de ella y su amigo Brandon. Camila no solo la miraba con lastima sino con decepción. Ella no quería que las cosas del pasado se repitieran pero cada maldito segundo de las últimas horas le estaban haciendo creer que el pasado estaba pisándole los talones porque todo se estaba repitiendo.

Juliana-no tienes hambre?—la dulce voz de su novia la sacó de entre sus pensamientos. Ella le sonrió a su amada y con su pulgar le limpió la comisura de sus labios ya que tenía un poco de sirope de maple en ellos
Valentina-no mucha.

Lola-come Loba—demandó y Valentina suspiró agarrando su tenedor de mala gana para picar un pedazo hot cakes—coman todos—volvió a exigir porque a pesar de que algunos habían probado los alimentos, se notaba a leguas que no tenían la más mínima intensión de terminarlos—con el hambre que hay en el mundo y ustedes desperdiciando comida—su voz se iba elevando poco a poco—desagradecidos de mierda, me pagan los ciento ocho dólares que costó todo esto—Valentina, Eloy y Camila reprimieron una carcajada porque sabían que ella no lo estaba diciendo en serio, ella era así. También sabían que lo estaba haciendo para hacerlos reír porque tenía conocimiento de cuanto ellos adoraban sus shows. Sin embargo Juliana al escuchar aquello comenzó a comer como una loca. Una vez más el silencio se apoderó de la mesa. Las caras largas regresaron y Lola se volvió a desesperar. Ella quería hablar sobre lo ocurrido pero antes quería que se alimentaran porque todos habían pasado muy mala noche—ya cambien esas caras que aquí nadie a muerto—todos suspiraron menos Valentina que apartó su plato de mala manera y se puso de pie.

Valentina-¡Bueno basta ya!—todos menos Lola se asustaron debido a la sorpresa que les causó el arrebato de Valentina—me van a echar la charla ahora o no? Porque si van a seguir callados prefiero largarme de una vez y ya espero sus reproches desde la comodidad de mi casa
Lola-siéntate—dijo calmada pero Valentina no le hizo caso—siéntate Loba—su voz sonó más autoritaria.

Valentina-¡No! No mientras sigan fingiendo que no ha pasado nada—estaba muy enojada por la tibieza con la que estaban llevando todo, como si tuvieran miedo de que alguna de sus palabras hiriera tanto sus sentimientos como para hacerla volver a pensar en consumir. Buscó a Eloy con la mirada pero este estaba con su cabeza abajo. Aún así le habló acercándose a él—no me vas mirar más nunca a la cara? Así será esto ahora?—luego le habló a Camila que aunque no tenía su cabeza abajo tampoco la estaba mirando—y qué hay de ti? Tampoco me vas a hablar? O me estás psicoanalizando para luego restregarme en la cara todos los trastornos que tengo?—estaba fuera de sí, había perdido el control y no pensaba parar por lo que caminó hacia donde estaba sentado el hermano de Lola—de ellos me lo podía esperar, pero de ti, de ti jamás me lo hubiera imaginado. A que esperas para patearme el culo?—luego miró a Lola que si la estaba mirando muy tranquila con sus codos sobre la mesa y sus manos entrelazadas—me dijiste que después de que me bañara tendrías una conversación conmigo y todavía la estoy esperan...

MUCHO MÁS QUE AMOR (Juliantina )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora