JUEGO DE GRANDES

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Valentina-estás nerviosa?—dijo y le dejó un beso tierno en la sien. Estaban desnudas sobre la cama de la habitación principal de la gran mansión de Valentina. Ni siquiera sabían qué hora era, solo que luego de varias horas haciendo el amor se habían tomado una pausa de hidratación, y de paso ponerse al día de todo lo que habían hecho durante la semana. Había pasado más de un mes desde que se hicieron novias de manera oficial.

  Pasar los fines de semana en la mansión se había vuelto una tradición para todos, bueno, para todos menos para Eloy que evitaba lo más que podía pasar tanto tiempo cerca de Caridad. Él pensaba que nadie se había dado cuenta de que se estaba alejando pero no era así. Cada vez sus excusas eran más absurdas y, aunque Valentina había respetado ese espacio que él mismo se estaba dando, llevaba días queriendo enfrentarlo porque por muy feliz que se sintiera con que su relación con Juliana cada día iba a mejor, lo cierto era que sin Eloy no era feliz del todo. Él era una parte muy importante de su vida y de la de su hijo. No podía vivir sin él, no podía soportar perder a otro Mahoe porque sería su fin.

Juliana-un poco—se acomodó para quedar frente a su novia y hablar mirándola a los ojos, esos bonitos ojos que le provocaron comérsela a besos pero se contuvo porque en ocasiones se avergonzaba de sí misma por todas esas sensaciones inexplicables que le causaba Valentina con su sola existencia. No quería parecer tan intensa así que solo se limitó a besarle tiernamente los labios para después hablar—tú no lo estás?—la castaña se alzó de hombros y luego la tomó de las caderas para pegarla a ella y sentir la calidez el cuerpo desnudo de su novia. Le acarició todo su rostro sin dejar de mirarla a los ojos y respondió
Valentina-no, y tú tampoco tienes porque estarlo. Me has dicho que cada vez te sientes más segura frente a las cámaras, así que echa esos nervios a un lado y actúa con la misma seguridad y profesionalidad con la que lo has hecho hasta ahora—terminó y le dio un pico en los labios para luego regalarle una amplia sonrisa. Juliana le pegó un manotazo sin fuerza y se echó a reír.

Juliana-eres una maldita aduladora Val—Valentina carcajeó para luego colocarse encima de ella y hacerse espacio entre sus piernas. Le lamió los labios y sobre estos habló
Valentina-que boquita más sucia tienes morenita—volvió a pasar su lengua por los labios de Juliana con descaro logrando que esta se erizara entera y que su centro palpitara avivando nuevamente el deseo en ella—te la voy a tener que lavar con agua y jabón—sonrió con sensualidad y comenzó a moverse muy despacio sobre ella conectando sus centro de manera divina—mis adulaciones están más que justificadas. Eres hermosa mi amor, y la mejor en lo qué haces, mañana solo será un día más de trabajo, no te atormentes con eso—se volvieron a besar y Juliana comenzó a acompañar los movimientos de su novia que cada vez que le decía mi amor la elevaba a lo más alto de todos los cielos.

Juliana-para ti es fácil decirlo porque eres la jefa. Todos te conocen ahí, es tu habitad, y a mi solo me verán como la...
Valentina-como mi novia, porque en cuanto aparezcas por ahí lo primero que les haré saber a todos es que somos novias. Se lo dejaré claro porque no quiero tener que despedir a ninguno de mis trabajadores—se estrelló esta vez más fuerte contra el sexo de Juliana y esta se mordió los labios
Juliana-a poco serás capaz de una cosa así?—pregunto divertida y la castaña se puso seria pero se estrelló una vez más contra ella
Valentina-de verdad lo dudas?—Juliana le tomó las nalgas con fuerza para ayudarla en sus movimientos. Le mordió el labio y luego habló.

Juliana-no, la verdad es que no lo dudo, pero guarda a la Loba celosa en el baúl porque no pienso permitir que alguien pierda el trabajo por mi culpa. Si quieren mirar que miren, al final la única que me puede tocar eres tú
Valentina-¡Mierda Juliana! Avísame cuando me vallas a decir esas cosas—dijo totalmente extasiada por el placer y el orgullo que sentía cada vez que su novia la hacía sentir así de segura y afortunada con respecto a lo que tenían
Juliana-qué? Es la verdad. Como también es verdad que no porque me miren ya quieren conmigo, a lo mejor solo admiran mi belleza, así como todas las personas que te miran a ti cuando vamos a algún sitio y no por eso ya les voy a querer arrancar los ojos por estar mirando lo mío—Valentina le ronroneo al oído tratando de no emocionarse de más pues ella también se avergonzaba de la intensidad con la que deseaba demostrarle todo ese amor que la embargaba, y mucho más cuando Juliana le correspondía y le hablaba de esa manera.

MUCHO MÁS QUE AMOR (Juliantina )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora