Capitulo 40

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Eleonor Potter

No se cuantos segundos o minutos habían pasado, él no apartaba su mirada de la mía, si no fuera por la tonta música de fondo, estoy segura de que esta escena sería bastante romántica.

Pero qué estoy pensando?... sé que él jamás me vería de esa forma. Soy una mestiza, jamás lo haría.

Baje la mirada sintiendo un nudo en la garganta, sabiendo que mis sueños cuando estoy despierta serían lo único que tendría de él y la única forma de besarlo sería cumpliendo un reto.

Finalmente el carrusel dejó de girar, sin esperar su ayuda, me dispuse a bajar del caballo sin importarme mucho la seguridad y el equilibrio, lo cual fue una mala idea pues casi me caigo. Sentí como su fría mano me tomaba del brazo evitando así que me callera. Levante la mirada y una vez más me cruce con aquella mirada... esa mirada que tanto amo.

Llevé mis ojos a sus labios, delgados y rojizos, sentía como la sangre subía hasta mis mejillas y poco a poco una ola de calor invadió mi cuerpo. Tenía que hacerlo, solo una vez, una última vez.

Juro que después de este beso, no lo volveré a hacer y dedicaré el resto de mi vida a ayudarlo a encontrar la felicidad, aunque no sea a mi lado.

Sin pensarlo más, me abalance sobre él pegando mis labios a los suyos. Un último beso.. me dije a mi misma, pero... él no me respondió, solo se quedó ahí, congelado, sin movimiento alguno.

Me separe de él, esperando que fuera una vez más mi imaginación, pero no lo fue, por supuesto que no lo fue.

- Yo... lo lamento - dije mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.

Sin esperar su respuesta di la vuelta y camine hasta la salida, pero qué demonios esperaba... que él me respondiera, por supuesto que no lo iba a hacer.

Soñé tantas veces que me olvidé de la realidad, por que... es Draco... mierda Draco... mi amigo, mi mejor amigo, casi como mi hermano y yo... que mierda pensaba?

Baje las escaleras de el carrusel dispuesta a irme hasta el carruaje, ya quería que este día terminará, pero... una mano sostuvo mi brazo jalandome, llevándome hasta un lugar alejado, oculto de la luz de la feria.

Al detenernos descubrí a Draco quien parecía más agitado que yo, mi respiración se aceleraba mientras trataba de buscar las palabras exactas para explicar mis actos.

Draco me vio por unos segundos los cuales se sintieron como una eternidad, trataba de hablar, pero no podía, en verdad no podía. Llevo sus manos hasta mi rostro y sin decir nada se acercó hasta mí para pegar sus labios a los míos uniéndonos en un exquisito beso.

Llevé mis manos hasta su cuello para acercarlo más a mi, él llevó una mano a mi cintura y la otra a mi nuca. Estábamos tan cerca que éramos uno solo.

Menta... ese era su sabor, mezclado con su loción... el más delicioso aroma que se puedan imaginar.

Nuestro beso aumentó la intensidad hasta llevar al encuentro de nuestras lenguas... era justo como lo recordaba, lento, sensual, apasionado.

Sentí como su mano presionaba con más fuerza mi cintura lo cual me hizo soltar un jadeo que fue atrapado por sus labios. Se separó un instante viendo con curiosidad, como si se preguntara si me había lastimado.

A este punto no soportaba tenerlo lejos, necesitaba sentirlo nuevamente, me acerque una vez más a él para seguir con nuestro beso el cual no tardó en responderme

No estoy soñando, definitivamente esto es real...

- Pero que... - se escuchó una voz familiar haciendo que rápidamente nos separáramos. - desde cuando... ¿ustedes?

Cuna de Serpientes 2 (Draco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora