Tres Supers en la Tierra

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En el almacén, los agentes detenían a los hombres de Lillian, al menos los vivos, mientras que Alex miraba la pelea del robot.

Entre los tres consiguieron destruirlo, se acercaron a Alex.

—Esto ya está, debemos continuar. —dijo Kara.

—Gracias, a partir de aquí seguimos nosotros.

Lillian miraba por el retrovisor, no conseguía esquivar a esa mujer que la seguía volando.

—Jefa, ¿Qué hacemos? Wonder Woman nos pisa los talones.

—Ya lo sé. —apretó muy fuerte el volante.

Diana podría haber parado hace rato el coche, pero iba a mucha velocidad y si lo paraba de golpe, los de dentro resultarían heridos o muertos por el golpe. Así que no podía hacer nada más que seguirlos de cerca.

Los tres primos vieron a Lena pelear.

—Yo la ayudo, seguid. —dijo Kara.

Ella aterrizó y los demás siguieron.

—Hola. —dijo Kara al sujetar a Lena que había sido empujada.

—Hola.

— ¿Necesitas ayuda?

—No me vendría mal.

Las dos se lanzaron a pelar a la vez contra el cyborg.

Clark y Sam vieron a Diana y se acercaron a ella.

— ¿Por qué no la detenemos? —preguntó Clark al ver el coche.

—No podemos, en él va Lois Lane. Si lo detenemos ella saldrá mal parada.

—Entiendo.

Lillian sacó el mando de nuevo y apretó otro botón. Hubo una explosión en Cadmus. Los primos pararon y miraron atrás.

— ¡Id! —dijo Diana ya a la distancia.

Los dos se dieron la vuelta y volaron lo más deprisa que podían para llegar al edificio que hacía varios kilómetros que lo habían dejado atrás.

Lillian sonrió al ver que de tres solo quedaba Wonder Woman de nuevo.

Clark y Sam llegaron al edificio.

—Salgan todos. —dijo Sam, los trabajadores de Cadmus salieron corriendo del edificio. Los agentes sacaban a los detenidos. De repente hubo dos explosiones más.

Clark pensó que no daría tiempo suficiente para evacuar así que usó la súper velocidad para sacar a los rezagados, Sam hizo lo mismo pero examinó que no quedara nadie en el edificio.

Alex organizaba la evacuación, todos corrían hacia la salida, pero había mucha gente y una sola puerta. Buscó por el lugar alguna otra salida.

—Mierda, de algún lado ha salido el robot. —dijo.

Se acercó a unos de los detenidos.

— ¿Hay alguna otra salida en este lado?

—No.

—Mierda. —maldijo.

Clark y Sam se reunieron con los demás, habían salvado a todos los rezagados y vieron que la gente no se movía para salir.

Se acercaron a la agente Danvers, para saber qué pasaba.

—Solo hay una salida y hay mucha gente, por eso cuesta evacuar.

Los dos se miraron y se acercaron a una pared, empezaron a golpearla hasta romperla, habían hecho un gran agujero.

—Vengan por aquí. —dijo Sam.