Tres Supers en la Tierra

34

Volvieron a la Tierra, cuando aterrizaron todos se acercaron a ellos, Lena abrazó a Kara.

J'onn despertó y se levantó como pudo, había recibido una buena paliza, vio que todos se habían acercado a esos tres.

—Ya se darán cuenta de que son un peligro. —Kara lo escuchó y le disparó un rayo calorífico, le dio en el hombro.

Todos se la quedaron mirando sin entender, excepto sus primos, porque ellos también lo habían oído.

—Eres mi enemigo, así que para mí el peligro eres tú. Como vuelvas a acercarte a nosotros, date por muerto. —amenazó Kara.

Los demás no dijeron nada, solo se quedaron mirando.

— ¿Lo habéis visto? Me ha atacado sin más, no le he hecho nada. Lo único que hacéis es felicitarlos por el buen trabajo. ¿No os dais cuenta que la amenaza son ellos? Han acabado con ese alienígena prácticamente solos, ¿no os dice nada?

—Son fuertes, es verdad, pero han salvado el mundo. —dijo Bruce.

—Te han comido el coco si piensas eso. El hombre más excéntrico del mundo cree que unos alienígenas son buena gente.

—Eres un hipócrita, tú también eres un alienígena. Lo tuyo es peor, finges ser un humano cuando no lo eres. Tú eres el que controla un ejército armado, así que el malo aquí eres tú. —dijo Sam.

J'onn se marchó de allí, después la liga ayudó a la gente a levantarse, volvían a ser ellos, hacía rato que los mini Starro habían desaparecido.

Pasaron unos días, la ciudad seguía reconstruyéndose, los héroes de la ciudad ayudaban con las demoliciones de los edificios peor parados.

Durante ese tiempo J'onn no hizo nada, no estaba en condiciones, tenía varias facturas de las que recuperarse, así que los dejó tranquilos. Diana y Lena también ayudaban e incluso Lex, pagaba los arreglos y las construcciones de los nuevos edificios.

Al fin estaban en un descanso, fueron a casa a ducharse y a comer un poco, necesitaban relajarse.

Cuando estuvieron a punto de volver a la zona afectada; Alex que era la que dirigía el DEO en esos momentos, llamó a Diana, que se encontraba con ellos en ese momento. Le dijo que había aparecido una anomalía de la nada y que había desaparecido de la misma forma que apareció.

— ¿Dónde? —preguntó.

—A las afueras de la ciudad. ¿Crees que es otro enemigo?

—Espero que no. —colgó y miró a Kara.

—Volved todos, yo me ocupo de esto. —dijo Kara.

—De acuerdo. —dijo Clark.

Los cuatro se marcharon volando hacia una dirección y Kara fue hacia la otra.

Aterrizó y vio a Barry allí esperando.

—Kara.

—Barry, ¿Qué haces aquí? —se abrazaron como saludo.

—Necesito tu ayuda.

—Ya... pues verás ahora mismo me pillas en plena reconstrucción de la ciudad.

— ¿Qué ha pasado?

—Un alienígena en forma de estrella de mar de unos 30 metros de alto.

— ¿Qué? —preguntó sorprendido.

—Un enemigo, ahora estamos ayudando a reconstruir lo que destruyó.

—Entiendo.

— ¿Qué sucede?