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Los cuatro llegaron a la Fortaleza, Kara abrió la puerta y entraron. Lena se acercó a ella y la cogió de la mano, la kriptoniana al verla sonrió, pero no se separó, le gustaba.

Pasaron por delante del centro de control, es la única parte que había visto Lena, pero ahora vería más cosas de ese lugar.

La primera parada fue la armería, abrió la puerta.

—Quedaros aquí por favor. —entró y fue hasta el pedestal, se sacó la espada de la espalda y su traje volvió a la normalidad, dejó el arma y cuando iba a salir, se mareo y después cayó al suelo inconsciente.

— ¡Kara! —gritó Clark, entraron los tres y se acercaron a ella.

—Kara. —dijo Lena mientras la movía, pero nada.

Se arrodilló en el suelo y colocó la cabeza de su novia en su regazo.

—Kara, despierta por favor. —pidió Lena.

— ¿Qué ha pasado? —preguntó Sam a su primo.

—No lo sé, pero puede que el poder que le había dado el libro era demasiado y lo ha mantenido activo mucho tiempo, en el momento que se ha quitado la espada, su cuerpo colapsó.

—Es posible. —dijo Sam. —Entonces no puede volver a usar esa espada, tiene el poder del libro.

—Eso parece.

En ese momento Kara empezó a abrir los ojos y cuando consiguió enfocar vio a Lena.

—Hey. —dijo Lena sonriendo.

— ¿Qué ha pasado?

—Te has desmayado.

—Mmmm. —frunció el ceño.

—Creemos que fue por la espada. —dijo Clark.

—Me desmayé después de quitármela ¿no? —dijo recordando.

—Sí. —dijo Lena.

Kara se incorporó, pero no se levantó.

—Dr. Destino me dijo que al obtener los poderes de ese libro, la espada también los había absorbido, que cuando me la quitara, mi traje y poderes volverían a la normalidad, pero que el poder se quedaba dentro de mí y saldría cuando usara la espada. Es posible que me haya desmayado por haber aguantado tanto tiempo un poder muy elevado por primera vez. Voy a tener que entrenar más para poder controlar la diferencia y que no me vuelva a pasar esto.

—Tiene sentido, pero ¿entrenar? —preguntó Clark.

—Tengo que ser más fuerte por mí misma, para que no haya tanta diferencia de poder cuando use la espada. —explicó.

Se levantó con la ayuda de Lena y después salieron los cuatro de la sala.

Kara le enseñó todo el lugar a Lena, le explicaba que era cada sala. Hasta que llegaron un lugar muy grande y alto, Kara se alejó de los tres y abrió la caja de artículos y sacó la nave estirando para sacarla y dejarla allí. Los tres se lo miraron alucinados, se habían fijado antes sobre ese agujero porque la vieron meter robots, pero ahí a sacar una nave espacial.

— ¿Cómo? —preguntó Lena al ver la nave.

—Es la nave de Braniac, quiero repararla y hacerla nuestra.

— ¿En que la usaríamos?

—Dr. Destino ha dicho que era la salvadora de la galaxia, de este sistema solar, pienso que en vez de ser solo yo, podía ser la Liga entera y pensé que podríamos tener una nave espacial para poder viajar y ayudar a otros mundos. —explicó Kara.

—No creo que podamos alejarnos del Sol amarillo. —dijo Sam.

—No podemos, pero este sistema tiene varios planetas.

—Deshabitados. —dijo Lena.

—No lo están, que el ser humano no haya encontrado vida, no significa que no la haya, por ejemplo durante años han tenido a un marciano verde.

—Tienes razón. Una nave para la Liga, es increíble.

—Pero aún no podemos usarla, por eso la he traído aquí, tengo que arreglarla y cambiar el sistema de control. Me fije que Braniac manejaba la nave con la mente. —en ese momento recordó que aún estaba el cuerpo dentro. —Lena ¿quieres investigar una máquina orgánica?

—Por supuesto que sí, y también me gustaría ayudarte con la nave. Cuando se entere Lex, se volverá loco de envidia. —sonrió.

—Pienso que antes de que Lex conozca esto y sobre nosotros, es mejor que primero detengamos a su madre y a todo Cadmus.

—Tienes razón, pero Lex no forma parte de Cadmus.

—Lo sé, no lo digo porque dude de él, lo digo porque ella debe de tenerlo vigilado.

—Entiendo.

Después sacó los robots y los dejó allí también, ya tendría tiempo para repararlos.

Salieron del almacén y fueron directos a otra sala, allí había pedestales, Kara sacó de la caja las urnas una por una y las colocó en cada pedestal.

—¿Kara? —preguntó Clark.

—Son las ciudades que coleccionaba Braniac, las he sacado de la nave.

—¿Por qué quieres dejarlas aquí?

—Porque no tengo forma de volverlas a su estado original, tampoco sé si se puede sin provocar destrucción en dichas ciudades. Creo que la gente sigue viviendo en ellas y haciendo su vida como pueden. —explicó.

—Quieres que estén a salvo. —dijo Sam entendiendo lo que hacía su prima.

—Sí.

En el centro había un pedestal mayor, colocó Kandor en ella.

—Pero en realidad ha sido un pensamiento egoísta, solo quería salvar esta. —se apartó y los tres se acercaron un poco.

—Kandor. —leyó Sam.

—La capital de Kriptón. —dijo Kara con tristeza, sus primos se impresionaron ante ese dato y se quedaron mirando más la ciudad. —Braniac salvó Kandor antes de la destrucción del planeta.

—Algo bueno hizo esa cosa. —dijo Lena.

—Hay que ponerles oxigeno

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—Hay que ponerles oxigeno. He visto que detrás de las bases hay un agujero. —dijo Kara.

—Clark, vamos a Luthor-Corp a por bombonas de oxigeno, son grandes y podemos poner extensiones en las válvulas para poner varios tubos. —explicó Lena.

— ¿Te dejaran sacarlos? —preguntó Clark.

—Llamaré a Lex para pedírselo. —dijo Lena.

— ¿Necesitáis ayuda? Lo pregunto porque creo que necesitaremos varias bombonas para todos. —dijo Sam al ver la sala.

—De acuerdo. —los tres se fueron y dejaron a Kara sola.

— ¿No es más fácil abrir la cúpula? —preguntó para sí misma.








perdón porque sea corto

Tres Supers en la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora