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aviso: los animales hablan entre ellos. Es un don que les ha otorgado la kriptonita x.

Una ver que llegaron a la Fortaleza, Kal-El se quedó con los animales mientras que Kara iba a por su padre y sus tíos, tenían que saber esto.

Los encontró trabajando en los campos como muchos otros, se acercó a ellos.

—Kara, ¿Qué te trae por aquí? —preguntó Lara.

—Veo que os estáis manejando bien.

—Sí, una vez que conoces la teoría, es fácil. —dijo Jor-El.

—Ya. Papá estoy aquí porque tengo algo que mostrarte.

—¿Qué es? —preguntó, Kara le entregó la piedra. —¿y esto es?

—Kriptonita X. —los tres se sorprendieron. —quiero que lo analices para poder escanear por todo el planeta para ver si hay más. No es bueno que alguien lo encuentre y al tocarlo obtenga nuestros poderes.

—Claro que no. ¿De dónde ha salido? —estaba serio.

—Si venís conmigo lo veréis.

Salieron de la ciudad y fueron al centro de control de la Fortaleza. Lara sonrió feliz al ver a su hijo, se acercó a él y se abrazaron.

—¿Esto es lo que querías que viéramos? —preguntó Jor-El.

—Son animales de granja, no sé de donde vienen pero tocaron la piedra y ahora son kriptonianos. —les dijo.

—¿Los tres? —preguntó Jor-El.

—Sí.

—Será mejor hacerles pruebas y comprobar que no sea dañino en su fisonomía, ya que son terrestres. —dijo Zor-El.

—Será mejor ir al laboratorio. —dijo Kara.

Se fueron al laboratorio de Kara, los animales los siguieron.

¿A dónde nos llevan?

—No lo sé, pero este suelo es muy liso y es incomodo para mis cascos.       

—Creo que he entendido, quieren examinarnos para saber si estamos sanos. Creo que lo que nos ha pasado no debería hacer sucedido.

—¿Crees que volveremos a ser como antes?

—No lo sé.

Una vez en el laboratorio, los escanearon, y les secaron una muestra de sangre para examinarla y media hora después sacaron la conclusión de que eran Kriptonianos en todos los sentidos y que no había forma de revertirlo.

—Creo que ahora serán vuestros compañeros. —dijo Jor-El.

—Y mascotas. —dijo Zor-El.

Kara y Kal se miraron y después miraron a los animales que no entendían nada.

—Será mejor que me comunique con Nyssa. —dijo Kara apretando un botón de su reloj.

Lara paseando por el laboratorio, encontró una máquina que no recordaba haber construido cuando ayudó a su marido y a su cuñado con la Fortaleza. Se acercó al teclado digital y sonrió al ver lo que era, así que se dispuso a trabajar en ella.

Kal se agachó y llamó al perro.

—Hola chico, soy Kal-El pero el mundo me conoce como Superman, ahora tu eres como yo, tienes mis mismos poderes. ¿Quieres se mi compañero? —el perro meneó la cola y le lamió la cara como muestra de aceptación.

Chicos tengo a Superman como compañero. —se notaba entusiasmado.

—Nyssa viene hacía aquí. —dijo Kara.

Tres Supers en la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora